Audiencias de S.M. y rango de los Príncipes Reales y de los Enviados Especiales. II.

Recepciones de S.M. a los Representantes Extranjeros, Jefes de Misiones Extraordinarias y otros Enviados Especiales.

Guía de Protocolo Diplomático.

 

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Funerales Regios en Madrid.

Audiencias de S.M. y rango de los Príncipes Reales y de los Enviados Especiales.

Asimismo asistieron, en otra tribuna especial y distinta de la que ocupaban las Misiones Extraordinarias, todos los
individuos que componen el Cuerpo Diplomático acreditado en esta Corte.

Los nombres marcados con un asterisco (*) son los de los individuos que, residiendo en Madrid en calidad de Representantes de su Nación, fueron investidos por sus Gobiernos respectivos con el carácter de Enviados Especiales y tuvieron que presentar sus correspondientes Credenciales a S.M. la Reina Regente. Los demás vinieron a Madrid expresamente.

El Marqués de Hachisuka, Ministro del Japón en París y en Madrid, vino de aquella capital expresamente y fué
además investido del carácter de Embajador Extraordinario.

En la Iglesia de San Francisco, en el Presbiterio alto había una tribuna especial, a la que asistieron los Eminentísimos Señores Cardenales Arzobispos de Toledo, de Zaragoza y de Valencia, el Excmo. Señor Arzobispo de Valladolid y el Excmo. Señor Arzobispo de Granada, y los Reverendos Señores Obispos de Madrid, Jaca, Barcelona, Vitoria, Ciudad Rodrigo, Cádiz, Murcia, Almería, Calahorra, Córdoba, Jaén, Ávila, Teruel, Málaga, Orense, Salamanca, Sigüenza, Orihuela, Cuenca, Zamora y Santander.

Ofició como celebrante el Reverendo Obispo de Madrid-Alcalá, y pronunció una notable oración fúnebre el Muy Reverendo Arzobispo de Valladolid.

Al copiar aquí las Cartas de notificación del fallecimiento del Rey Don Fernando VII, tenemos precisión de recordar que la regla de Cancillería es, como hemos dicho ya hablando de las Credenciales, que en la Carta de Cancillería o de Gabinete en que se participa el fallecimiento del Monarca y el advenimiento del Sucesor, es confirme en la Corte del Soberano a quien se escribe, al Representante que había acreditado en ella el Rey difunto; mientras que de los antecedentes que nos hemos procurado, resulta que en 1833 se participó la muerte de Don Fernando VII y el advenimiento de Doña Isabel II en una carta, enviando por separado nuevas Credenciales a los Representantes de España en el extranjero, como podemos ver por los modelos que se copian en los siguientes artículos de este portal.

También al contestar esta clase de Cartas es preciso dar el pésame por el fallecimiento que se ha notificado, felicitar por el advenimiento al Trono del Soberano que escribe y confirmar al Represeutante que se tenía acreditado cerca del Soberano difunto.

Ver la Carta de notificación del advenimiento al Trono del Emperador Alejandro III de Rusia, y la correspondiente contestación.