Fiesta del Señor San Andrés, patrón y abogado de la Orden del Toisón. Parte I.

Sale Su Majestad de gala, con el collar de la Orden, al aposento de la cámara, acompañado del Mayordomo mayor, Sumiller y Caballerizo mayor, Mayordomos y Gentiles-hombres de su Cámara.

Guía de Protocolo Diplomático. 1886.

 

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Fiesta del Señor San Andrés, patrón y abogado de la Orden del Toisón.

Su Majestad avisa el día antes al Canciller de la hora en que ha de salir a vísperas, para que lo haga saber a los Caballeros de la Orden del Toisón que estuvieren en la Corte.

Júntense los Caballeros con collares de la Orden, y los Oficiales en la antecámara pequeña, donde suelen aguardar los Embajadores.

Su Majestad manda que entre el Canciller a darle cuenta de lo que se ofrece advertir sobre los puntos que se han de tratar en el Capítulo que se celebra antes de las Vísperas.

En saliendo el Canciller, los Caballeros y Oficiales entran en la Cámara donde se hace el Capítulo, y guardan en los asientos y lugares la forma que está referida donde se trata de esta función.

Sale Su Majestad de gala, con el collar de la Orden, al aposento de la cámara, acompañado del Mayordomo mayor, Sumiller y Caballerizo mayor, Mayordomos y Gentiles-hombres de su Cámara, y si hay Príncipe o Infante de la Orden, delante de la misma manera.

Su Majestad quita el sombrero a los Caballeros, y luego se sienta en la silla y manda sentar y cubrir a los Caballeros y a los Oficiales, que se sientan, pero no se cubren.

Ciérranse las puertas, quedando de guarda en la cámara por fuera el Ayuda de cámara.

Su Majestad da al Canciller un papel de lo que se ha de tratar y votar en el Capítulo, en que votan los Caballeros por la antigüedad, que guardan también en el asiento, menos cuando concurre Príncipe o Infante que sea de la Orden, que preceden, como está dicho en la función de dar Su Majestad el Toisón, y resuelve las proposiciones Su Majestad; si se traía de algún negocio de los que asisten, el Canciller le advierte que se salga fuera.

Acabado el Capítulo, abre la puerta del aposento de Su Majestad y la que sale a la antecámara pequeña uno de los Oficiales, y a este tiempo está prevenido lo necesario para el acompañamiento de la Capilla, en que van primero los Alcaldes de la Casa y Corte, siguen los pajes, Caballerizos y Gentiles-hombres de la Casa, cuatro Maceros con capas y espadas y las mazas reales al hombro, los Mayordomos de Su Majestad con bastones, de dos en dos, los Oficiales de la Orden del Toisón descubiertos, a quienes siguen los Caballeros con collares, luego cuatro Reyes de armas que aguardan a la puerta, que salen de la antecámara pequeña a la grande con las cotas de las armas plenas de Su Majestad; en medio de ellos, algo atrás, Su Majestad con el collar, y un poco delante el Príncipe o Infantes, siendo de la Orden.

Siguen a Su Majestad los Gentiles-hombres de la Cámara y Capitán de los Archeros.

En saliendo a la antecámara manda Su Majestad cubrir a los Caballeros del Toisón, y vuelve a los Gentiles-hombres de su Cámara, y si hay alguno que sea Grande, le manda lo mismo.

Las guardias española y alemana están en orden por el corredor, como suelen, y la de Archeros cierra el acompañamiento, como se hace siempre que sale en público.

Los trompetas y atabales están en el corredor que cae sobre la escalera principal, y tocan hasta que Su Majestad llega a la Capilla, que para esta ocasión se suele colgar de tapicerías ricas.

El Coro recibe a Su Majestad con la música de chirimías hasta tomar su lugar.

Si hay Príncipe o Infante, están con Su Majestad en la cortina, que queda este día corrida en forma de dosel con el sitial delante.

Para los Caballeros del Toisón se pone un banco en la parte que de ordinario está el de los Grandes, cubierto de bancales de tapicería, y delante otro para sitial, cubierto de terciopelo carmesí, y guardan sus antigüedades como en las ocasiones referidas.

Los cuatro Reyes de armas se ponen a los lados de la cortina, dos a cada parte; los Maceros, con las mazas en los hombros, detrás del banco de los Caballeros del Toisón, y a esta parte, cerca del primer Rey de armas, el Teniente de los Archeros, con dos de su guardia, como fué él.

El Sumiller de cortina asiste junto a ella de la parte del Altar, antes de los dos Reyes de armas.

El Prelado que ha de celebrar aguarda, vestido de Pontifical, al lado de la Epístola. El Capellán y los demás Prelados que allí se hallan en el banco de Prelados, que está al lado del Evangelio cubierto de bancales, y los Capellanes de honor en el suyo, frente del de los Caballeros del Toisón.

Al fin del banco de los Caballeros, desviado vara y media más abajo, se pone otro cubierto, que hace frente al Altar mayor, para los Oficiales de la Orden.