Ese dedo meñique. ¿Refinado o cursilería?

¿Por qué no quemar a nuestro invitado si se muestra descortés? Resultaría inocente y hasta divertido prenderle fuego

 

Ese deo meñique. Libro -Ese dedo meñique- Frieda Holler Figallo fuente foto evoke.ie

Levantar el dedo meñique, no es nada elegante

Limpiarse en las ropas de un comensal vecino resulta desagradable, aunque prenderle fuego a nuestro invitado mientras cena con nosotros resulta peor. Así relataban algunos manuales de las buenas maneras de antaño su enseñanza de la etiqueta de mesa, que aunque nos llevan al asombro, en su momento, no lo dudo, debieron causar aguda polémica.

¿Por qué no quemar a nuestro invitado si se muestra descortés?

Resultaría inocente y hasta divertido prenderle fuego, digámoslo, seguro que algunos habrán dicho "Es solo para amenizar la reunión". Y, para no ir tan lejos ni tan atrás en el tiempo. No tengo la menor duda que el ugandés Idi Amin Dada cuestionaría y ¿Qué hay de malo en invitar a nuestra comida y departir con él antes de engullirlo?

Si de buenas y elegantes maneras se trata, los peruanos han decidido dejar ese salvajismo del Paleolítico que ostentan con abnegación. Si cree que bromeo, debería darse una vuelta por la capital de los peruanos y entenderá. A los chóferes de transporte público se les tendría que decir, lo mal educado que resulta atropellar a un peatón e irse de fuga, repasarle nuevamente el vehículo hasta matar al infortunado. Los muertos salen más baratos que un vivo medio muerto. Los casos de salvajismo en las autopistas exceden lo creíble.

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Felizmente, los peruanos al parecer, se convertirán en uno de los más refinados de América Latina. La Miss Perú Frieda Holler Figallo, ha publicado su segunda edición "Ese dedo meñique" en dedicado titulo a la cursilería limeña y no tan limeña de alzar ese minúsculo dedo cuando se toma una copa y se cree refinado. La anteceden más de 70 mil copias vendidas y una prolífica carrera dedicada a educar en clases populares y no tan populares a muchos peruanos en la etiqueta de mesa, del vestir, del buen anfitrión, mejor huésped, en el uso y disfrute de las flores, de la disculpa, del inmejorable conversador y pone en debate hasta el uso del televisor en la familia "¡Sh! ¡Sh! ¡Silencio por favor, que van a empezar las noticias!!" Delineando con su pluma el buen uso de los multimedia en el hogar.

Ese dedo meñique. Levantar el dedo meñique para tomar un taza de café o para beber de una copa no es correcto. Levantar el dedo meñique fotograma película Un príncipe por Navidad - A Christmas prince

La mujer latinoamericana tan maltratada en un habitat machista haya sabiduría y fuerza de una cita de Eleanor Roosevelt que resulta de las más distinguidas para una mejor convivencia. "Nadie la puede considerar inferior sin su consentimiento" Frieda Holler, dama elegantísima que alguna vez trate, es muy precisa. No se trata de alcurnia ni de dinero, la etiqueta es más que nada respeto. Ese respeto que no es exclusivo para terceros, acaso empieza como reflejo de autoestima y amor propio.

Sobre vestuario no hablamos de engalanarnos a la moda ni de ropaje de diseñador. La autora recoge un pensamiento de Walter Uphaus "Nunca salga de su casa sin sentir que representa a la persona que quiere ser".

Este reciente libro actualiza las normas de Carreño, pues diseña la mejor forma de resolver nuestras formas sociales en general y aborda lo contemporáneo, como a la entrometida tecnología de la telefonía celular. En una librería madrileña compré un libro sobre el Hommo Sapiens que sugería que en nuestra Era debía llamársele el "Motorolo".