El almuerzo o comida de trabajo

Las reuniones que se celebran por la mañana pueden prolongarse, en algunos casos, hasta después de la hora de la comida

 

Comida negocios. Comida de negocios. Financial Outlook and Investment Opportunities in 2013. Executives International

La mesa como prolongación de una reunión de trabajo

Los almuerzos de trabajo y los negocios

Los almuerzos de trabajo suelen ser, de forma habitual, una prolongación de una reunión que se ha mantenido durante la mañana. También, caso menos habitual, se puede quedar expresamente para comer y hablar de algún tema de trabajo.

Hablar pero no 'trabajar'

La denominación "comida o almuerzo de trabajo" no quiere decir que la mesa del restaurante se convierta en una mesa de oficina: documentos, ordenadores portátiles, carpetas, etcétera. Es posible hablar de negocios, sin tener que desplegar una gran cantidad de papeles y documentos. Eso hay que dejarlo para la oficina.

¿A qué hora tiene lugar un almuerzo de trabajo? ¿Cuánto debe durar?

El horario habitual en España suele ser a partir de las 1,30 - 2 de la tarde hasta las 3 - 3,30. Todo depende de lo que los "anfitriones" indiquen. En otros países, se suele comer más pronto, sobre la 12 - 12,30 de la mañana hasta pasado el mediodía, 1 - 1,30.

La duración, no debería superar los sesenta minutos, salvo que no se vaya a continuar trabajando por la tarde, lo que permite ampliar el tiempo de la sobremesa sin temor a llegar tarde o alargar demasiado la reunión posterior a la comida.

¿Dónde tiene lugar un almuerzo de trabajo?

¿Dónde ir a comer? La costumbre es acudir a un restaurante cercano y conocido -con una reserva previa, para evitar cualquier problema-. Si hablamos de grandes empresas pueden solicitar un servicio "a domicilio" y comer en las propias instalaciones de la empresa: un comedor para directivos, e incluso en una sala de juntas o estancia similar.

La comida no debe ser copiosa ni pesada; cuidado con el alcohol. Ya sabe lo que dice un experto hombre de negocios: "No es malo tomar consejo del vino, pero las decisiones se deben tomar con agua".

La cuenta la debe pagar el anfitrión -salvo otro acuerdo previo-, sin hacer ninguna "escena" a la hora de abonar la cuenta. La típica "pelea" por demostrar quién es más espléndido y generoso. No es elegante.