Protocolo social. Refranes y etiqueta

Respeto, buenos modales, cortesía, precedencia... son palabras que aparecen en muchos refranes populares

 

Refranes y etiqueta. Hombre leyendo. El protocolo social y los buenos modales reflejado en los refranes foto base StockSnap - Pixabay

El protocolo social y los buenos modales reflejado en los refranes

El respeto a otra persona debe ser lo que siempre debe merecer.

Cualquier persona se merece el respeto de los demás, con independencia de cualquier otra circunstancia que le pueda diferenciar -creencias, ideas, etcétera-.

De mal o buen aspecto, todos merecen respeto.

Es habitual juzgar por el aspecto. La primera impresión es importante, pero no se puede prejuzgar por ella, pues como diría otro refrán popular "el hábito no hace al monje".

Al viejo, amor y respeto.

Hay que respetar a los mayores. En casi todas las culturas, ya sean orientales u occidentales suele haber un gran respeto por los mayores. Son personas que se han sacrificado por los demás y aportan la sabiduría que les dan los años y las experiencias vividas.

Buen porte y finos modales abren puertas principales.

Presentarse en cualquier sitio bien vestido, bien aseado ... en definitiva, bien arreglado puede ayudarle de una forma importante. La primera impresión es muy importante, aunque no debería serlo todo -como hemos visto anteriormente en otro refrán-.

Obras hacen linajes, no nombres ni trajes.

Tener buena posición económica, social, etcétera, no es garantía de tener una buena educación. Una persona puede tener unos modales impecables sin tener por ello que ser adinerado o tener un apellido importante o conocido. Los buenos modales y la buena educación se demuestran poniéndolos en práctica a diario.

Con orden y medida, pasarás bien la vida.

En la vida hay ciertas reglas y normas de comportamiento, que ayudan a la buena convivencia con los demás. Si se respetan, la vida pasa con más tranquilidad, cordialidad y mejoran las relaciones con las otras personas.

Oye lo que yo digo y no mires lo que hago.

Viene a decir algo similar a: "hacer lo que yo os digo, pero no lo que yo hago". En determinadas ocasiones, el mal ejemplo no puede ser un modelo a seguir y es mejor obviarlo. Aunque se debe predicar con el ejemplo, todo el mundo puede cometer errores. Entonces, es mejor ignorarlos y olvidarlos, pero no reproducirlos o imitarlos.

A boda y bautizo, no vayas sin ser llamado.

No es correcto presentarse en una casa, o en una fiesta a la que no ha sido invitado. Aunque tenga mucha confianza, nadie debe ir donde no se le invita.

A cada rey su trono.

Cada persona debe tener el lugar que se merece. No hay que tratar de saltarse esta "norma de precedencia", bien sea oficial o de carácter privado, que suelen establecer los anfitriones. A cada persona le corresponde su sitio. Un sitio para cada persona y cada persona en su sitio.

A casa de tu hermano no vayas de ordinario, y menos si es casado.

Es bueno mantener las relaciones y vínculos con la familia. Ahora, cuando entran "terceras personas" en la relación, hay que tener cuidado y ser algo más prudentes, si cabe, para no molestar a estas personas, que no son su familia de sangre.

A la fuerza, ni los zapatos entran.

No es bueno tratar de imponer, sino que se debe razonar, y mucho más con los pequeños de la casa. No obstante, este refrán se puede aplicar a todo el mundo. Por las malas, se consigue poco, incluso nada. Dice otro refrán popular que se "se consigue más con una gota de miel que con un barril de hiel".

Al agradecido, más de lo pedido.

Las personas que siempre están dispuestas a ayudar, a hacer favores ... cuando necesitan algo hay que ser generosas con ellas. Incluso, como apunta el refrán, se le trata de dar más de lo pedido o de lo que necesita.

Al país que fueres, haz lo que vieres.

Podría decirse que casi una máxima del protocolo y la etiqueta. El mundo, aunque muy globalizado, se compone de países que aún conservan sus costumbres, sus tradiciones y sus peculiaridades que no todo el mundo conoce. Por ello, observar y aprender es una de las mejores técnicas para luego actuar de forma educada y consecuente.

Breve habla el que es prudente.

Saber hablar y saber callar es una regla de etiqueta muy importante. Es mejor hablar poco y de forma prudente, que dar rienda suelta a su lengua, creyendo por eso que es más divertido, más sociable o mejor conversador. Puede ser un gran error monopolizar conversaciones o hacer verdaderos monólogos cuando se participa en una conversación.

Buenas palabras y buenos modos dan gusto a todos.

Aunque con cierta frecuencia se plantea un tema recurrente: "¿Están de moda los buenos modales?", siempre hay todo tipo de opiniones. Pero la buena educación siempre está vigente y es del gusto de todo el mundo. A todo el mundo le agrada una persona educada. A nadie le gusta que le traten mal.

El amor tiene que fundamentarse en la virtud y respeto.

Amar no solo es sentir algo por otra persona, sino respetarla en todo momento y a todas las horas del día, aunque no se compartan siempre las mismas opiniones. En el amor tambien importan -y son muy necesarios- los buenos modales, la cortesía y el respeto.