La vida es cuestión de estilo.

El buen periodismo de este género debería empezar por reconocer los límites de la intimidad.

Las Provincias

 

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El periodista Josemi Rodríguez-Sieiro, pasó por el Rastrillo y firmó numerosos ejemplares de su libro "Cuestión de estilo", que está teniendo muy buena acogida y anda ya por la quinta edición.

Todo, o casi todo, ¿es cuestión de estilo? ... Desde que el escritor Juan Marsé tronó contra el premio literario que todos sabemos y la dudosa calidad de las novelas que circulan, el estilo ha vuelto a primer plano en muchos comentarios.

Pero el que ocupa a Josemi Rodríguez-Sieiro en su libro Cuestión de estilo, que anda ya por la quinta edición desde enero acá, es otro: el personal, el que define o caracteriza el comportamiento, tal vez lo que antes se llamaba "las buenas maneras".

Para Rodríguez-Sieiro, que pasó por el Rastrillo y firmó abundantes ejemplares de su libro, la costa está clara: "estilo es una amalgama de personalidad y educación. Entiendo por educación una actitud, un talante que comienza por el respeto a uno mismo, proyectado siempre hacia los demás. Hoy día andamos sobrados de vulgaridad. Por eso quien tiene estilo se destaca."

Josemi Rodríguez-Sieiro y Rodríguez-Vila, perteneciente a una distinguida familia gallega, sabe por experiencia lo que es moverse en sociedad desde la niñez. Impartir su saber estar con finísimo sentido del humor a través de la radio, la televisión o la prensa, ha hecho de él todo un referente, que le singulariza por completo, también dentro del apodado periodismo rosa. "Se está matando la gallina de los huevos de oro -opina- a fuerza de zafiedad. Los personales verdaderamente importantes ya no quieren aparecer en los medios; no desean mezclarse a esa chusma que dice barbaridades sin freno. El buen periodismo de este género debería empezar por reconocer los límites de la intimidad."

Buen analista de moda asimismo, no oculta sus decepciones: "Vemos todos los días a mujeres que llevan carísimos trajes de firma, generalmente prestados, sin la mínima dosis de elegancia. y vemos también que mucha gente ha perdido el sentido de vestirse de acuerdo con su edad; los resultados son patéticos."