Cosas a evitar en las reuniones

El comportamiento cuando estamos en presencia de otras persona debe ser correcto y educado

Consejos morales a la niñez, y reglas de urbanidad. 1846.

 

Reuniones. Imagen de libro 'When Life is Young: a collection of verse for boys and girls'. The British Gallery. The British Library

Cosas a evitar en las reuniones

Aquella urbanidad

Debes también evitar
el vestirte y desnudarte,
componerte los zapatos
y otras cosas semejantes.

No te cortes, ni te roas
las uñas; ni colocarte
debes el dedo en la boca,
ni la cabeza rascarte,
ni mirar a tu pañuelo,
cuando de sonarte acabes.

Ni con nariz, ni con ojos
ni con boca hagas visajes; ,
los labios no te los muerdas,
y la lengua no la saques,
y guarda con la saliva
manos y dedos limpiarle.

Evita contra el respaldo
de la silla recostarte,
y los brazos extender;
y si estornudas, delante
pon el pañuelo, volviendo
la cabeza hacia otra parte.

No bosteces fuertemente,
ni mientras bosteces charles,
ni al suelo escupas,
enfrente del sujeto con quien trates;
ni tus dientes los rechines
ni limpies ni los escarbes,
ni muerdas piedras, ni hagas
sonidos desagradables.

Contigo mismo no rías
de otros en presencia, ni hables,
ni cantes, ni el tambor toques
ni alborotes, ni te enfades,
ni silbes, ni juguetees
y sí con quietud estáte.

No sin motivo te rias,
ni a carcajadas muy grandes,
ni de alguno cara a cara,
desprecio manifestándole.

Si están los demás en pie
no debes, niño, sentarte;
no leas cartas, ni libros,
ni te duermas, cuando otro hable.

No le vuelvas las espaldas,
ni sobre sus hombros cargues,
ni des con la mano o codo,
porque todo es repugnante.

Sin pedir antes la venia,
no hables en secreto a nadie,
y si alguno lo está haciendo,
evitarás arrimarte.

Cuando hablar quieras a alguno
no a grandes voces le llames
ni con gestos, ni del brazo
ni del vestido le agarres.

Por delante de la gente
jamás las manos alargues,
ni sin pedir su permiso,
tampoco delante pases.

Ponte en pie, si alguno llega
cortesmente a saludarte,
"si señor" o "no señor",
al que llegue a preguntarte,
responde; mas "sí" o "no", a secas,
de dar a ninguno guárdate.

Jamás hables con imperio,
ni con tus mismos iguales,
todo por favor pidiéndolo,
si de fino has de preciarte.