Idea e importancia de la urbanidad. II

Bases en que se funda este arte, y vicios que lo destruyen.

La urbanidad en verso. 1851.

 

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Idea e importancia de la urbanidad.

¿Cuáles son los vicios más opuestos a la urbanidad?

A la Urbanidad estos vicios se oponen: el encogimiento, la arrogancia o soberbia, la curiosidad, la petulancia o descaro, la afectación, la falsedad y la indecencia.

El rústico encogimiento
que en muchos es natural,
por oponerse al despejo,
se opone a la Urbanidad.

Aquel que con arrogancia
hable y trate a los demás,
por faltar a la modestia,
faltará a la Urbanidad.

La persona que es curiosa
jamás urbana será;
pues faltando a la prudencia,
faltará a la urbanidad.

La petulancia es el vicio
más feo de cuantos hay;
y por opuesto al respeto,
se opone a la urbanidad.

La afectación borra al hombre
la franqueza natural,
o un desmesurado esmero
en sus palabras le da;
calidades que de todos
muy despreciadas están;
por esto la afectación
se opone a la urbanidad.

La falsedad es el vicio
más abominable que hay;
y por opuesto al candor,
se opone a la urbanidad.

La indecencia en las acciones
o en la manera de hablar,
degrada a toda persona
su mérito o calidad,
al paso que siempre ofende
el pudor de los demás;
y por eso la indecencia
se opone a la urbanidad.

¿Qué reglas establece Vd. en punto a la preferencia de las personas, en los actos relativos al respeto?

Como según las personas,
es decir, según su sexo,
su edad o categoría
distinguirlas deberemos;
para poderlas tratar
con el debido respeto,
debemos establecer
estos principios primero:
entre personas que sean
de igual calidad y sexo,
la que mayor edad tenga
es superior en respeto;
entre dos de diferente
calidad y de igual sexo,
a la de rango más alto
se prefiere en el respeto;
y siempre que las personas
sean de sexo diverso,
se deberá preferir
la señora al caballero.

¿A qué personas antepondrá Vd. el dictado de señor al nombrarlas?

Al hablar de nuestros padres,
hermanos, u otros parientes,
el dictada de señor
no habernos de anteponerles;
pero sí se antepondrá
al nombre de algún pariente
de la persona a que hablemos
si ésta de respeto fuere.

Así diremos: Mi padre
me dijo esto para ustedes;
Su señor hjjo de usted
me djjo vendría el viernes.