Consejos a tener en cuenta. Hablar en público. Consideraciones

Dependiendo del tamaño de la sala y del número de oyentes, se puede intervenir sin micro, dando una ambiente más cercano y personal a la charla

 

Hablar en público Consideraciones. Conferencia. Claves para mejorar la experiencia cuando hablamos en público foto base drshohmelian - Pixabay

Claves para mejorar la experiencia cuando hablamos en público

Una simple rutina antes de empezar puede hacernos más fácil hablar en público. Por ejemplo, comprobar los que los micrófonos se encuentran en perfecto estado y funcionan correctamente -aunque hayan 'montado' todo el sistema de sonido los técnicos-. En determinadas ocasiones hacen un pitido por culpa del "acople", por lo que debemos separarlos o bajar o el volumen.

Para comprobar que funcionan, podemos preguntar al público si se oye correctamente. Otras personas optan por dar unos golpecitos al micrófono para comprobar que funciona -nos parece más apropiada la primera opción-.

Dependiendo del tamaño de la sala y del número de oyentes, podemos hacer la intervención sin micro, dando un ambiente más cercano y personal a la charla. Pero hay que asegurarse de que todo el mundo escucha bien, sino habrá que utilizar el sistema de megafonía.

Medios audiovisuales y objetos ilustrativos

La utilización de medios audiovisuales, puede ser de gran interés como complemento a nuestra charla. No obstante, los profesionales recomiendan preparar la exposición como si no se tuviera apoyos audiovisuales. Así, en caso de que fallen estos medios de apoyo audiovisuales, no se vea afectada la exposición de una forma determinante. Cuando usemos medios audiovisuales, hay que procurar no dar la espalda al público.

En caso de llevar objetos o piezas que mostrar, no las debemos mostrar hasta el momento de su presentación. Es una forma de evitar la distracción del público -quién no ha ido a una presentación y se ha pasado todo el rato mirando ese ordenador nuevo que van a presentar o ese nuevo envase-. Ahora bien, si el objetivo es despertar la curiosidad del público, se puede mostrar de forma el objeto de intencionada al empezar la charla.

La puntualidad y la extensión de la charla

Es importante controlar el tiempo de duración de nuestra exposición, y adaptarlo lo más ajustadamente posible al tiempo del que disponemos. Por ello es fundamental ser puntuales y empezar con puntualidad. Si no controlamos bien el tiempo de forma "intuitiva" es bastante recomendable colocar un pequeño reloj en el atril. Si lo colocamos, no está bien mirar el reloj cada poco. Es síntoma de nerviosismo y da la impresión de querer acabar pronto.

Interrupciones y otros imprevistos

Si nos interrumpen, no se debemos ponernos nerviosos. Lo más apropiado es ignorar los comentarios o "ataques" que puedan venir del público. Si son muy insistentes, podemos rogar que abandonen la sala, o dar la orden a los correspondientes servicios de seguridad para que le acompañen fuera. La mejor forma de terminar una discusión es evitarla.

Cualquier otro problema que pueda surgir (irse la luz, quedarse sin sonido ...) debe ser tratado con calma. Fundamental, o debemos trasladar el nerviosismo que podamos tener al público. Les debemos  tener bien informados en todo momento para la tranquilidad de todos. Si el problema persiste se puede dar por concluido el acto.

Es hora de terminar: el punto y final a la exposición

Hablando de finalizar un acto, no es aconsejable decir frases que den a entender que vamos a terminar la exposición, cuando aún falta mucho para ello (para terminar ... para ir concluyendo ... voy a terminar diciendo ...). Se crea una expectativa que puede resultar negativa para nuestra exposición. No es correcto crear 'falsas expectativas¡.

Si la exposición ha sido larga, podemos terminar con un breve resumen de la misma, haciendo hincapié en los puntos más importantes de la charla. También es adecuado terminar con un final "impactante" para dejar un buen sabor de boca a los asistentes.

Tal y como dijimos para atraer la atención del público, no es bueno terminar con una frase hecha o un tópico. Debemos huir de ellos. Es mejor terminar con cierta naturalidad que utilizar recursos muy manidos.

Aunque lo hemos explicado en el capítulo sobre las entrevistas, si nuestra exposición se retransmite por televisión debemos cuidar ciertos detalles, Seguramente que desde la producción del programa nos den algunos de estos consejos previos:

evitar los colores brillantes y los tejidos que brillan, pues dan problemas de reflejos;

- algunas veces las prendas de color blanco, dependiendo del tejido, producen ciertos molestos halos de luz, y no hacen buen contraste;

- hay que evitar ir con demasiadas joyas o bisutería que puede dar lugar a brillos, destellos y reflejos muy molestos;

- debemos permitir que nos maquillen -aunque no nos guste demasiado, al menos dejar que nos maquillen un poco- para que no parezcamos un "cadáver" en la televisión, pues las luces tan fuertes nos hacen parecer más pálido;

- las gafas, si no son imprescindibles, puede dejarla, para evitar brillos y reflejos; en definitiva debe tener en cuenta todas las cosas que no "quedan bien" en la televisión para tratar de evitarlas y facilitar el trabajo de los cámaras.