Las cartas. La correspondencia.

La correspondencia familiar o de amistad ha venido a reducirse mucho con el uso del teléfono.

Ediciones de la Sección Femenina, Departamento de Cultura. 1.955

 

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Convivencia Social. Formación Familiar y Social. Tercer curso.

La correspondencia.

La correspondencia familiar o de amistad ha venido a reducirse mucho con el uso del teléfono, la radio, la prensa.

Las noticias se difunden tan rápida y universalmente que apenas necesitamos comunicar lo meramente íntimo y familiar.

Sin embargo, para muchas personas y en especial para la juventud femenina, la correspondencia de amistad es un verdadero placer y ella os da ocasión de ejecutar vuestro estilo.

¿Y qué es el estilo?

El estilo es vuestra personalísima manera de expresaros por escrito. El estilo del escritor es la manera dominante que tiene para expresar sus ideas. Porque estilo puede ser "toda manera típica o característica de expresar la belleza artística", y en este sentido puede decirse que todo artista con independencia y substantividad suficiente para caracterizar y dar una fisonomía propia a su personalidad, tiene su estilo propio ("Historia de los estilos artísticos", Colección Labor).

Pero el estilo puede ser bueno y malo.

¿Cómo es el estilo de las cartas?

"Escribiréis poco, atendiendo, no a lo mucho, sino a lo bien" (Juan Luis Vives).

Una carta exige una redacción clara; por tanto, procuraréis emplear un lenguaje correcto, y que vuestras palabras correspondan a la idea que deseáis exponer y al relato que hacéis.

Cuidar las cartas.

Aún las cartas a una amiga de colegio debéis cuidarlas como cuidáis un ejercicio de redacción.

¿No se merece vuestra amiga que le dediquéis un rato de atención, un rato de afectuosa atención?. No vale la pena que os molestéis en escribir una carta desabrida y de mala gana, ya que esta carta no va a proporcionar diversión a vuestra amiga, si lo es de verdad. No se trata de "cumplir" con ella, sino de dedicarle un poco de afecto y de proporcionarle unas noticias, comentarios o consejos que sirvan para mantener viva la corriente de vuestra amistad.

No hace falta que uséis frases altisonantes, pero no importa (a vuestra edad) que al escribir os inspiréis en frases y comentarios ajenos, "y que aliñéis vuestro estilo a base del estilo ajeno" (Juan Luis Vives).

Poco a poco, a medida que avancéis en cultura y saber, os vais despojando de estas influencias y vuestro estilo será cada vez más personal.

Pero ahora estáis en edad de formación, de captar cuanto de bueno encontréis en vuestros profesores y en los autores que estudiáis.

El estilo epistolar moderno ha de ser breve, informativo, y con un gran pudor de todo lo íntimo y sentimental. Si nos arrepentimos de las confidencias que hacemos de palabra, ¡cuánto más nos pesarán las escritas!. Desde luego, las mujeres jóvenes y viejas tenemos gran vocación y facilidad para la literatura epistolar.

No dejéis tampoco de escribir una carta por miedo a no hacerlo demasiado bien. La carta es más noticia y afecto que la literatura.

Si encontráis dificultad en la redacción, será mejor que os ejercitéis haciendo cartas de pésame, de felicitación, de las cuales se insertan modelos. Apéndices número, 1 y 2.

Felicitación.

¿Cuándo escribiréis cartas de felicitación?. En los días del santo y en las fiestas de Navidad; también en torno a las fiestas familiares, como bodas, primeras comuniones, etc. Pero esto sólo cuando somos muy íntimos amigos.

Pésame.

¿Y las cartas de pésame?. No vale la pena decirlo, pues todas sabéis que se escriben a la muerte de los seres queridos de nuestras amigas o parientes. Siempre que nos encontremos lejos de ellos, o que alguna circunstancia nos impida visitarlos.

Cartas de cumplido.

A veces tenemos que escribir cartas de cumplido a personalidades o a religiosos y dudamos acerca del encabezamiento de las mismas.

Siempre se encabeza una carta de cumplido con "el nombre", precedido del tratamiento":

Excmo. Sr. D. Fulano de Tal.

Si no lleva tratamiento de Excelentísimo (Excmo.), Ilustrísimo (Ilmo.), se escribe sencillamente Señor Don.

Si lleva título nobiliario, éste puede sustituir al nombre:

Excmo. Sr. Marqués de ..., o colocarse a continuación del nombre:

Excmo. Sr. D. Ignacio M., Marqués de S.

Después del nombre y en otra línea, escribiremos el cargo que desempeña:

Excmo. Sr. Don ...

Director General de ..., o Ministro de ...

A continuación, y en otra línea, encabezamos la carta con las fórmulas siguientes, según el grado de conocimiento o amistad:

Muy señor mío, Distinguido amigo, o Querido fulano.

Se insertan modelos de cartas de cumplido.

Estas cartas suelen ser para agradecer una atención o para pedir un favor, o para presentar o recomendar a un amigo o protegido.

¿Está bien la recomendación? ¿Y cuándo escribiremos cartas de recomendación?

Recomendaremos a una persona para un empleo cuando, al hacerlo, no perjudicamos a una tercera persona que tenga más derecho, y si la persona que recomendamos nos merece entera confianza por su conducta y eficacia en el trabajo.

Pero nunca recomendaremos a un solicitante, si éste ha concurrido a una plaza por concurso o examen. Pues entonces nuestra recomendación tiende a anular la justicia del tribunal que lo ha de juzgar. Por lo pronto, al hacer la recomendación ya damos por sentado que el tribunal que juzgue el concurso o examen, es un tribunal prevaricador; por consiguiente, hacemos una ofensa al tribunal.

Nuestra recomendación deberá tener, en todo caso, el tono de un informe, de unos buenos informes, y hacerlo de tal manera que nunca sea una coacción para el personaje o autoridad a quien nos dirigimos. Coaccionar, exigir, es de mala educación.

Es de mala educación abusar de nuestra posición o de nuestra condición femenina para solicitar beneficios y favores o recomendaciones. A veces, y siempre que se trate de desgraciados y "desvalidos", podemos como obra de caridad, orientarlos y relacionarlos con organismos de beneficencia o trabajo; pero tratemos de buscar siempre el organismo adecuado, indaguemos la forma normal de ingreso, antes de molestar a nuestros conocidos y amigos, que por ser jerarquías y autoridades tienen precisamente su tiempo muy tasado y es de mala educación importunarlos.

Lo mejor es prescindir en absoluto de la recomendación por inmoral, en general, y porque tiende a favorecer al incapaz. ¿Alguna buena estudiante necesita recomendación?. Las que necesitan recomendación son las incapaces y las perezosas.

Por eso, si se acepta esta corruptela de la recomendación, que sea sólo en favor del perseguido injustamente. Podemos tratar de "desfacer entuertos", esto es lo que nos enseñó a hacer Don Quijote. Y podemos y debemos proteger al desgraciado y desvalido. Pero estos dos motivos, el de la injusticia y la desgracia, deben ser los únicos pretextos legítimos para una carta de recomendación.

Solicitudes.

Las solicitudes que se dirigen a organismos oficiales tienen una forma un poco arcaica (anticuada), que por inercia se conserva, pero por eso es muy necesario que os ejercitéis en ellas, porque a menudo tendréis que hacerlas, unas veces para asuntos vuestros y otras veces para asuntos de protegidas sin instrucción, que acudirán a vosotras en demanda de un poco de ayuda.

Una de las mejores obras de caridad y de convivencia humana y social, es encauzar a las personas necesitadas e ignorantes hacia los organismos de cultura, de trabajo y de beneficencia. Pero esto supone para vosotras el esfuerzo de indagar, de conocer esos centros, y el trabajo de escribir cartas, y de llamar por teléfono a las oficinas de información, o a la persona informada.

Cuando hagáis el Servicio Social os enteraréis de todas las leyes y seguros, obras sociales y de beneficencia para proteger al desvalido.

Detalles.

Hay varios consejos muy necesarios que dar acerca de la correspondencia.

Es fundamental iniciar las cartas con la fecha.

También es muy conveniente que vuestro papel esté marcado a la derecha o a la izquierda con vuestro nombre y dirección.

Es de mala educación cruzar las cartas, o escribir en letra inverosímil; hay que dar facilidades al lector o destinatario.

Si escribís haciendo una presentación, dando informes o pidiendo un favor, sed breves, y, en lo posible, escribir a máquina para dar facilidades al lector o destinatario.

También es importante, y esto se descuida generalmente, el puntuar bien las cartas.