Los regalos en Japón. Qué, cómo, cuándo regalar. Envolver los regalos

Los japoneses valoran mucho el color y el envoltorio que lleva un regalo. Aprecian que el regalo sea presentado de una forma elegante

 

Regalos en Japón. Caja con regalos foto base Engin_Akyurt - Pixabay

Regalar en Japón. Los regalos: tradición y cultura

Al igual que en muchas otras culturas, el regalo es importante en la cultura japonesa. Pero en Japón más que el regalo se le da mucha importancia a todo lo que le rodea al mismo -el 'ceremonial' del regalo, podemos decir-: el envoltorio, el motivo por el que se hace un regalo e incluso el simple gesto de regalar, sin entrar a analizar el valor material que puede tener un regalo. Valoran mucho el sentimiento con el que se hacen los regalos. Incluso tienen algunas fechas muy señaladas para hacerse regalos. Dos de las más conocidas e importantes son:

1. O-chugen. El regalo dado en la época estival. Es un regalo que se daba a las familias que habían tenido la pérdida de alguien cercano en la primera mitad del año. De hecho este regalo se da dos semanas antes de que se celebre la fiesta de O-o-bon, que es la fiesta en la que los japoneses honran a sus muertos (lo que en España equivale al día de todos los Santos, día 1 de Noviembre). El O-chugen se celebra en la primera quincena de Julio, del 1 al 12 de Julio.

2. O-seibo. El regalo de fin de año. Es el regalo o detalle que se suele tener con los amigos, familiares, clientes y conocidos en general. Es una pequeña muestra de agradecimiento hacia los demás con motivo de la entrada del año nuevo y de que se cobra un dinero extra (la paga extra). Las empresas suelen gastar mucho dinero en estos regalos de O-seibo. E incluso existen secciones especiales en los grandes almacenes y centros comerciales especializados en este tipo de regalos (al igual que en España, por ejemplo, en Navidad podemos ver muchos grandes almacenes y centros comerciales con secciones especializadas en cestas de navidad y regalos de empresa). Los amigos y familiares se suelen intercambiar regalos de tipo gastronómico, y entre ellos, uno de los más comunes es regalar un "sake".

Una costumbre popular en muchas ocasiones es regalar un sobre con dinero, cosa que no se hace en el mundo occidental (salvo en alguna boda donde los novios prefieren dinero). El regalo en algunas ocasiones en Japón, y en determinadas situaciones, es más una obligación que una simple opción personal.

Los motivos para ofrecer un regalo en Japón

Los regalos en Japón se dan por muy diversos motivos: con motivo de una celebración, de un recibimiento, de un favor recibido, de un encuentro, por un nacimiento o fallecimiento, por la apertura de un nuevo negocio, por los cumpleaños, sobre todo de gente mayor como los años 60, 70, 77 y 80), los aniversarios, etcétera. Para los japoneses la mayor parte de las ocasiones pueden ser un buen momento para hacer un regalo, o tener un detalle. Por ello, es bueno ir bien cargado de regalos o pequeños detalles con los que poder corresponder a sus atenciones. La costumbre indica que se deben devolver las atenciones y detalles recibidos. Esta tradición de dar y recibir regalos, fomenta las buenas relaciones entre las personas.

Al hecho de dar un regalo a otra persona se le conoce como "zoto". Cuando devolvemos el regalo, se le conoce como "okaeshi", devolver un regalo como muestra de agradecimiento. Dado el gran respeto que los japoneses tienen por el arte de regalar, cuando se devuelve un regalo nunca debe ser de valor superior al regalo que hemos recibido, pues el receptor se vería obligado a compensar este "desequilibrio". Lo más habitual es tener un detalle de aproximadamente la mitad del valor del regalo recibido.

El envoltorio de los regalos y sus colores

Los regalos se dan envueltos de forma elegante y con determinados colores que les dan buena suerte o que no tienen un significado negativo para ellos. Hay una técnica muy peculiar de envolver con una tela regalos llamada "furoshiki" .

Los colores más apreciados por los japoneses son los rojos y los dorados. Los regalos se entregan con las dos manos haciendo una leve inclinación de la cabeza como signo de respeto y humildad. Se reciben de la misma manera, con las dos manos y saludando con una leve inclinación de la cabeza.

Es un pequeño ritual, el rechazar el regalo en un primer momento. Lo que decimos en España, "decir no con la boca pequeña", para aceptar posteriormente. No aceptemos un regalo a la primera. Es mejor seguir su "ritual".

No debemos extrañarnos si no abren el regalo en ese mismo momento, ni delante de nosotros. Los japoneses no tienen la costumbre de abrir los regalos delante de las personas que se lo han regalado. Esta costumbre puede tener su origen en evitar tener que mostrar una actitud positiva ante un regalo que no es de su agrado. Para evitar fingir o pasar un rato comprometido, puede que hayan preferido reservar la apertura de los regalos para su ámbito privado.

Reglas de etiqueta para hacer un regalos en Japón

La parte que puede resultarnos más complicada, sobre todo a los occidentales, es saber qué regalar en cada ocasión. Los japoneses tienen unas reglas o normas establecidas, muy concretas, para la mayor parte de los regalos. Entre los regalos más habituales podemos citar:

1. Dinero (noshibukuro). El dinero se da en ocasiones especiales, tales como bodas, nacimientos, funerales, etc. Nunca debemos dar el dinero de forma directa, sino metido en un sobre (hay sobres adecuados para cada ocasión disponibles en muchos comercios japoneses). Para una boda (go-kekkon iwai), es mejor entregar billetes nuevos, limpios, sin usar y sin arrugas, que vienen a simbolizar la nueva vida de la pareja. El sobre puede ir cerrado con un lazo de color rojo-blanco o, dorado-plateado. Si es un funeral (ososhiki), los billetes se suelen dar usados y viejos. El lazo de color negro-blanco, o bien negro-amarillo.

2. Regalos gastronómicos. Según reza la tradición, los regalos de alimentos se suelen hacer en las casas en las que hay poco espacio para colocar elementos de adorno o decoración. Y los japoneses, que son muy prácticos, aprovechan para regalarse alimentos que siempre son bien apreciados.

3. Detalles y artesanía. Obsequios o souvenirs de nuestro país de origen, artesanía típica de nuestra ciudad o país, e incluso libros, mejor fotográficos, que den una visión general de como es nuestro país.

4. Licores y vinos. No era de las opciones más típicas, pero gana terreno día a día, la opción de regalar un buen vino o una buena botella de coñac, por ejemplo.

5. Otros regalos. Pues desde toallas, jabones, determinados tipos de té (por ejemplo el verde no, pues está asociado a los ritos funerarios de los japoneses), especias y en general cualquier otro detalle que sea novedoso o de utilidad para ellos.

Entre los regalos que es mejor evitar, están varios relacionados con sus creencias y supersticiones:

1. Los obsequios tales como cuchillos, tijeras, abrelatas, etcétera, no son bien recibidos pues para ellos significan rotura, separación, corte de relaciones.

2. Detalles que vayan en número de cuatro unidades (simboliza la muerte, por su pronunciación similar fonéticamente el término muerte) o en nueve (simboliza el sufrimiento).

3. Cualquier tipo de flor que sea utilizada en ritos funerarios o ceremonias fúnebres, como por ejemplo, los crisantemos blancos y amarillos.

4. Prendas de ropa interior. Ellos son muy celosos de su intimidad, y no está bien visto regalar prendas que toquen las partes más íntimas de nuestro cuerpo.

5. Regalos de artesanía hechos por nosotros mismos. No son demasiado apreciados los regalos hechos por nosotros mismos, a no ser que sea un artista de reconocido prestigio.

La tradición, como en otras muchas facetas de la vida japonesa, es muy importante en el tema de los regalos. Si vemos que nos resulta complicado saber que regalar en cada momento, cómo envolverlo, etcétera, hay bastantes establecimientos que tienen departamentos especializados en estos temas.

Una floristería, por ejemplo, nos puede decir qué flores son las más adecuadas para un determinado regalo, en qué número y cómo deben ir envueltas. Lo mismo podemos encontrar en muchos otros establecimientos que nos pueden ayudar a elegir el regalo más adecuado para cada ocasión. Confiemos en los profesionales, y así evitaremos "meter la pata", lo cual puede ser muy malo para nuestras relaciones, tanto profesionales como sociales.