¡Cuidado con su higiene personal!, los demás pueden notarlo

La higiene personal es tan importante para el cuidado de la salud propia como para tener unas relaciones sociales correctas

 

Grifos. Grifos de un lavabo. Est Bleu2007

La primera impresión no solo es cuestión de tener un buen vestuario

La higiene de una persona es un tema muy importante tanto para el cuidado tanto de la salud como para el de la imagen personal. Pero también hay que remarcar, que la higiene de una persona, tiene, en muchos casos, repercusiones sociales que afectan a terceras personas. Por ejemplo, una persona mal aseada puede tener un olor corporal desagradable que hace molesta su presencia al lado de otras personas.

Los temas sobre higiene personal siempre deben quedar en el ámbito más privado de una persona. No es correcto ponerla en práctica de forma pública, salvo que fuera una causa de fuerza mayor. Por lo tanto, hay que evitar utilizar la seda dental o los mondadientes en público, tampoco limpiarse las uñas con cualquier objeto que se tenga a mano (no piense ni tan siquiera por un momento, utilizar un tenedor), escarbarse con el dedo en la nariz o en las orejas, y comportamientos tan incorrectos como repugnantes similares a los indicados anteriormente.

Si tiene que arreglarse el pelo, porque el viento le ha despeinado, o tiene que darse un retoque a su lápiz de labios, o desea quitarse un pelo rebelde de su barba o bigote, etcétera, recuerde que tiene que hacerlo en privado. No hay nada tan inapropiado como de mal gusto que hacerlo delante de los demás.

Cerdo, gocho, gorrino. Cerdo, gocho, gorrino detapo - Pixabay

La ducha, imprescindible

Desde la cabeza a los pies, su higiene debe ser adecuada y habitual -con más frecuencia en épocas de mucho calor-. No es apropiado solo hacer uso de un correcto aseo en contadas ocasiones. Muchas páginas se han escrito en los antiguos manuales de urbanidad sobre la higiene, tan básica en la educación de los niños como cualquier otra parcela de su etapa de crecimiento y de adquisición de conocimientos. La higiene debe ser una tarea diaria para la que no hay excusa alguna para pasarla por alto.

Dedicarle un tiempo cada día, para recordar que, tanto pequeños como mayores, deben adquirir o tener una rutina o hábito de 'limpieza' del cuerpo adecuado para tener una higiene e imagen personal adecuada y apropiada.

La higiene debe ser una parte de la educación básica de cualquier persona. Ahora bien, no es un tema adecuado para tratar en conversaciones y en otros ámbitos públicos. Es una cuestión muy personal e íntima. Enseñar que el aseo diario es una obligación debe ser una labor de los padres y de los educadores empleando para ello toda la constancia y tenacidad que sea necesaria.