Señoras y señores del foro,
Debo confesar que personalmente no creo en la nobleza, ni en las monarquías, ni en ningún otro tipo de estamento de poder no concedido por el pueblo.
Ahora bien, una cosa es lo que quisiéramos que fuese, y otra disitinta es lo que realmente hay. Y en Espeña, al menos, existe la nobleza y un largo percal de títulos nobiliarios, con sus correspondientes titulares, hoy en muchos casos reconvertidos a empresarios y directivos de banca, y en muchos otros de forma más tradicional, mangantes y vividores compulsivos.
Pienso que si unos lo heredan lo injusto es que otros no puedan. Si bien la propia nobleza es en sí misma discriminatoria, las personas tienen el derecho e incluso la obligación de luchar por lo que les pertenece, y mucho más por lo que consideran justo y de pleno derecho.
Le estimo una larga y triste andadura al Señor de Orozco, y al tiempo le animo a que inicie la lucha de reclamar sus propios derechos. Una lucha que no le concederá, de ganarla, ningún beneficio material, ningún privilegio de facto y posiblemente ni siquiera posición social. Lo cual a mi parecer la hace más meritoria.
Por último diré, que el Siglo XXI retrocede en la historia a marchas forzadas y cuestiones que muchos creíamos ya superadas se vuelven a poner sobre las mesas de debate, o aún peor, se implicitan en las políticas de los conservadores gobiernos que campan por el mundo. El siglo XXI no es, de momento, más avanzado que el XX excepto en el número.
Un saludo,
Abdhula