Señor Victor. No veo ningún problema si alguien en esto Foro o fuera de él es "catolicísimo", "islamisísimo" o judiísimo" aunque éste último suene un poco cómico.. Por el contrario, revelándome como me revelo a las medianías y mediocridades, creo que un creyente comprometido es siempre objeto de mayor consideración y respeto que uno que sólo lo es a medias, en la medida que acuden a los sacramentos como si de un compromiso social se tratara. Por el contrario me parecería interesante y enriquecedor si personas de diferentes creencias aportaran puntos de vista sobre sus respectivas etiquetas y protocolos. Una vez oí decir que en el Mundo Árabe, por ejemplo, botar las migas de pan que quedan en la mesa, es de pésima educación. No querría ir a marruecos y quedar como un troglodita, tengo muchas cosas que aprender de esas culturas. De manera que dejemos las acusaciones de fanatismo, que no hay nada de malo con los catolicísimos, aunque entiendo que en España hay un cierto punto de honor al respecto a causa de la Guerra Civil, lo lamento.
Quiero también resaltar el valor de un comentario de doña Carmen. El cristianismo es la base de nuestro protocolo occidental. Nadie dijo antes de Cristo "ama a tu prójimo como a ti mismo", e incluso, "ama a tus enemigos". Sobre estos mandamientos se asienta toda norma de cortesía. Les recomiendo ampliamente los siguientes artículos.
http://www.mercaba.org/Escritores/lasalle_cortesia_1.htm
En el anterior, que es un poco largo y que recomiendo imprimir, San Juan Bautista de La Salle se explaya a explicar normas de cortesía desde el espíritu cristiano. Muy interesante.
El otro artículo (EXCELENTE!!!) tiene pasajes que deberían escribirse con letras de oro, tan bueno es..:
http://www.mercaba.org/Filosofia/Contemp/la_elegancia_algo_mas.htm
Espero que los disfruten si no los conocen, tanto como yo los disfruté. Me gustaría que los comentáramos. Al Webmáster seguro le interesa poner uno de éstos online. Buena idea.
Por último, don Victor, no es este el lugar de plasmar consideraciones teológicas, pero es mi deber decirle que no, que el sacramento de la confesión o penitencia no deja el alma como la de un niño recién nacido bautizado. Si gusta, le podría explicar por qué.
Si los curas de mi colegio leyeran esto estarían brincando de alegría al verme decir esto a mí...
:-D
Saludos a todos
aaameeennnn
Luis