Pedro, el Protocolo es una ciencia abierta y, en la mayor parte de los casos, no regulada; es decir, no hay una ley o decreto a seguir, sino una costumbre y una pauta que algunos, como casi siempre, quieren imponer basados en criterios poco racionales o demasiado circunstanciales. Nadie puede marcar las tendencias del protocolo o al menos, personalmente, creo que no debería. Se puede caer en muchos errores. Cada situación es un mundo y a través de la experiencia es como se hace el día a día del protocolo. Siempre se toma como base experiencias pasadas, pero casi nunca la situación es la misma (la misma gente, el mismo acto, en el mismo sitio, a la misma hora, con el mismo tiempo, con la misma luz, con los mismos participantes ...). Demasiadas variables para coincidir todas.
Las situaciones son muy diversas y cambiantes, y por lo tanto el "método" a aplicar en cada momento puede que no sea el mismo para muchos casos.
La presidencia unipersonal o biperosnal, pueden quedar desbaratadas si quien tiene mayor precedencia en la reunión, es una parte poco activa en la misma. Al menos en las que yo he particiapdo, con equipos de cámara fija, la situación de las partes intervinientes es la parte más importante de la reunión. Comprendo que tu vivas del protocolo, pero yo lo hago de los negocios y, de forma egoísta, prefiero que el negocio salga bien, a que todos estén colocados "por el libro" y se vaya el negocio al traste.
Con ello no quiero quitarle importancia a tu trabajo, pero por eso dije en mi anterior intervención lo de no protocolizar en exceso las reuniones (dependiendo de que tipo de reuniones sean, por supuesto); esta protocolización le confiere, en muchas ocasiones, mucha rigidez a las reuniones perdiendo un poco de "frescura" y "creatividad". Por supuesto, que tampoco se puede dejar toda la reunión al "libre albedrío" de cada cual, pero entre una cosa y otra, hay un término medio (no todo es blanco o negro, hay muchos tonos de gris por el medio).