Ciertamenta, la politica junto a la religión son los dos temas "clave" a evitar: es fácil herir los sentimientos de aquellos que piensen contrarios a nosotros, levantar ampollar o crear tensiones.
Particularmente, cuando estoy en una reunión y alguien empieza a hablar de politica, si depende de mi no le doy "coba" para que la conversación no se extienda más de lo necesario, si hay más conversadores, intento cambiar de tema discretamente y, si es la única forma, digo, siempre sonriendo y sin crear crispación algo como "uff... mejor no hablar de cosas tan serias (aburridas, complicadas, personales.... adjetivos al gusto) en una reunión tan divertida ¿Por que no.... (y propongo directamente otra cosa)?". Hay gente a la que el tema de la politica le sirve de comodín (poco elegante y arriesgado) o "piedra angular" porque lo que a veces no es fácil desviar la conversación.
Suerte y un saludo,