He leído atentamente todo lo que habéis escrito.
Entiendo que cuando se invita a un caballero se puede hacer extensiva la misma a su esposa. Por eso ponemos "y señora". Lo de "acompañante" tiene sus riesgos. Si organizamos un cóctel en unas grandes tiendas, podría usarse lo de "acompañante", de la misma manera si se invita a un caballero para un show en una feria.
En cambio, cuando organizamos protocolarmente una cena, hay que estar con mucha delicadeza, porque vamos a intercambiar los sexos. Por eso, puesto que ahora se pueden presentar parejas del mismo sexo, lo mejor sería organizar un cóctel y en paz. Ahí no tendremos problemas en sentar a los invitados alrededor de una mesa.Tienes razón, Esther, cuando dices que en protocolo no preguntamos si es la primera esposa o su concubina. Sin embargo encarecemos a las personas que guarden el tacto social y que un caballero de setenta años, a quien sabemos casado, no se presente con una chica de veinte. Los demás pueden sentirse molestos y no es discriminación. Es sentido común y respeto a los demás.

Además de estar de acuerdo con Juanma en lo que dice sobre Esther, el tema de las parejas está totalmente superado en el protocolo. No obstante aún se pueden ver comportamientos discrimitarios en este aspecto, sobre todo por la parte más "rancia del protocolo".

Por ello, lo que ahora hace falta es que lo superemos las personas, pues aún nos quedan bastantes prejuicios, aunque en las encuestas digamos una cosa, la realidad es otra (sobre con situaciones familiares nuevas, como las parejas del mismo sexo).

En el protocolo social hay mucha corrientes y más en un tema tan polémico.

Personalmente, desde el despacho de comunicación donde trabajo el orden protocolario no se basa en el estado civil de las personas sino en otras caracteristicas de los invitados. Hace muchos años que estar casado no supone ningún tipo de discriminación positiva ni negativa. Salvo que las circunstancias nos indiquen lo contrario, se peinan (mezclan) las listas de solteros con las parejas de forma que los grupos (o grupo) sean lo más variados posible.

Respecto a la consideración que tienen las parejas en España, a efectos protocolarios se les da igual rango a los casadosy parejas de hecho (heterosexuales y homosexuales).

Cuando se invita por ejemplo a un/a delegado/a del gobierno a un acto y este va con una pareja, a este/a se le da el mismo rango tanto si se trata de su marido/mujer, novio/novia o si es simplemente la persona de la que se hace acompañar. De hecho, en protoco, cuando una persona confirma que va con otra NO se la pregunta que relación tiene con él o ella, simplemente se apunta como acompañante: la relación legal, social o personal que les une no es asunto de la organizadora. La discrección es fundamental en el ámbito del protocolo.


Un saludo,

Muchas gracias por tu respuesta. Esther, eres un hacha en estos temas, que bien los dominas. Y, además, escribes muy bien y muy clarito. Gracias de nuevo.