Yo creo que será, si no una disciplina científica, a la manera de las ciencias humanas y sociales, a lo menos campo de estudio científico (tesis doctorales, por ejemplo).
Si leyeras lo que escribo, ni me responderías así, ni habría de volver sobre ello: no solamente no lo desdeño, me apasiona.
Lo que "desdeño", Esther, son algunas concepciones, sin rigor científico alguno.
Son a veces títulos propios, como ya he dicho, y tú repites. Pero no por ello se acomete su estudio científicamente, antes bien, se hace profesionalmente, es decir, forman meramente en el oficio. Basta analizar críticamente sus apuntes, aquellos que tú y yo, probablemente, conocemos, según se deduce de los conceptos que empleas y repites -protocolo es la norma; ceremonial es la forma; protocolo social, corporativo e institucional; actos oficiales y no oficiales; etc.-. Pero no olvides que, si bien pueden valer profesionalmente, académicamente no están fundamentados.
Quizás comprendas la diferencia: son estudios a la manera de formación profesional, pero no universitarios, ni académicos, ni científicos. Conviene advertir la diferencia para no confundir una cosa con la otra: lo profesional con lo científico.
Y te pongo un ejemplo, según las concepciones que suelen enseñarse: si SM el Rey cena a solas una tortilla francesa en el palacio de La Zarzuela, es un acto oficial, porque SM es siempre y donquiera que esté Jefe de Estado.
Esta definición de acto oficial es un disparate. Y, con ésta, casi todas. Vale.
(Es parte, como dices, de la Comunicación, porque había que buscarle un lugar; pero es un campo de estudio susceptible de ser analizado desde varias disciplinas, una suerte de dominio interdisciplinar: la semiótica, por ejemplo.)