Esther ha intervenido sin decir sandeces ni barbaridades.Lo ha hecho, como siempre, con respeto y elegancia.
Si tú, distinguido gamberro, quieres arruinarlo todo,no este foro el sitio para tí. Busca uno que te agrade y que te llovizne finito.

Muchas gracias por tu defensa pero, de verdad,no pierdas tu valioso tiempo: yo hace mucho que decidí ignorar los ataque gratuitos.

Contesto cómo y cuando quiero, con el único fin de ayudar con mi opinión; lo hago siempre desde el respeto y desde el conocimiento, mucho o poco, que me ha dado mi formación y trabajar en el área de protocolo corporativo desde hace años.

Si hubiese que ser erudito en todos los campos del protocolo para participar aquí, estariamos en un foro profesional; como no es el caso, tendremos que aguantarnos con gente como yo y con gente que que se dedica a criticar, haciendo un torpe uso de la ironía y, al final, no aportar nada al tema que abrió el hilo.

Un saludo,

Por cierto.... en "ay, Esther no tienes cura", ese "ay" NO lleva "H".

En un caso corriente, el anfitrión cede el paso a su invitado. En el caso de precedencias de autoridades, a la hora de entrar en un espacio, la persona más importate es la última en entrar. Pero no estoy "muy puesta" en protocolo de la Casa Real y aunque mi sentido común me dice que el rey seguramente ceda el paso a tu amigo, lo mismo no estoy en lo cierto.

Hay foreros que conocen mucho más este tema y seguro darán una mejor respuesta.

Un saludo,

Si el rey le cede el paso, pase su amigo. Si el rey le dice que se tire por la ventana, no se tire su amigo. Supongo comprende.

¿Qué clase de irrefrenable impulso lleva a esta forista, que permanentemente confiesa no saber demasiado sobre temas propios del protocolo, ceremonial y etiqueta, a simular que contesta preguntas?
Me gustaría que un profesional de la psicología(de los verdaderos que fuera del foro existen) lo explique, propongo que lo llamemos:
"síndrome compulsivo de participación en el foro"
Luego pide disculpas por si molestó a la corte de España, y sigue su camino de desinformación sistemática pero gentil.