Los buenos modales aplicados al arte de comer, se fueron adaptando a cada realidad, lugar, época y a las modas gastronómicas imperantes en el momento.
Las modas pasan pero el estilo queda (Chanel), y lo que queda siempre será lo adecuado.
* La primera regla es la de la economía de gestos y maniobras.
* Usamos los cubiertos que corresponden a cada plato, y los manipulamos lo menos posible: cortamos, pinchamos o levantamos, y llevamos a la boca.
* Los platos de elaborada presentación, son eso: una presentación que llega a nuesto sitio, pero que basicamente es comestible, y para comerla la derrumbamos si es necesario.
Por respeto al esfuerzo lo haremos de manera delicada y armoniosa, pero ¡comeremos!.
* Si la propuesta es un ikebana, al comer tomaremos carnes y guarnición según nuestro paladar lo indique sin tomar en cuenta el quiebre de la armonía estética.
La comida entre por los ojos, y siempre es admirable una prolija presentación, las naturalezas muertas montadas en nuestro plato son una obra de arte efímera que debe saber bien y que disfrutaremos con todos los sentidos.