Esto de la conveniencia o no de dar respuestas terminantes tiene sus límites.
Cuando consultamos a un "entendido", esperamos su respuesta, y que esta refleje su postura frente a ese tema en particular.
De otro entendido escucharemos otra postura, lo importante es oir los fundamentos de uno y de otro, y no temer a las respuestas firmes, nosotros formaremos nuestra propia opinión.
Hace años fuí con una amiga a un gran creador de moda argentino, y éste le dijo: -"tu idea no te quedaría bien, yo no te lo hago, si quieres eso ve a una modistilla"
Al salir mi amiga estaba muy molesta, fuimos a otra casa de modas, y le aceptaban todo, no le cuestionaron nada y le dijeron: -"eso puede o no ir, va en gustos...lo importante es que estés contenta"
Uno no espera de un especialista respuestas que dejen dudas, la duda filosófica es para los grandes temas del pensamiento, no para "el regalo cuando voy a una cena"