TAMBIÉN EXISTEN:

- los divorciados,
- los gay,
- los solteros,
- la gente sin pareja

Eso de la mala suerte es algo muy desagradable.
No te preocupes, Cristina. Resulta que como tú has apuntado, el trece es un número difícil de compaginar en una mesa. O hay un sacerdote o una viuda o un viudo y hay que romperse un poco la cabeza para ubicar a los comensales correctamente.Olvídate del "trece" y serás feliz.

Las señoras nunca se ponen a contar, llegan tarde y jamás estarán las 13 simultáneamente sentadas a la mesa.
En las comidas nunca falta quien lo hace notar y en general molesta.