Mikaella, es una práctica habitual de la hostelería en muchos lugares de España.
Extracto de un artículo de Alberto Romero:
"... Con los años, he ido observando cómo, con cierta asiduidad, la persona que me atiende se olvida de traer el vaso de agua. Cuando yo trabajaba poniendo cafés, había veces que tenía que recordar un montón de ellos, y los apilaba en mi cabeza en el mismo orden que me los habían pedido, pero a la vez con cierto sentido para sacarlos lo antes posible y no olvidarme de ninguno. Entonces, con una mnemotecnia improvisada y casi involuntaria, y tal vez también en busca de algo de diversión, los cafés adquirían personalidad, y los capuchinos, expressos y hot chocolates hacían, en orden y pacientemente, su cola mental ..."
El origen de esta costumbre es algo, como en otros muchos casos, en lo que nadie suele coincidir o ponerse de acuerdo. Una de de las opciones, de las más aceptadas, es la que indica que viene de Austria donde tienen la costumbre de tomar un vaso de agua después de beber su café.