Cancillería. Cartas Reales.

Es importante conocer todo lo que se refiere a la redacción y forma de las Cartas Reales, pues el más pequeño descuido o la menor ligereza puede prejuzgar graves cuestiones internacionales.

Guía de Protocolo Diplomático. 1886.

 

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Cancillería. Cartas Reales.

"Il est rare, que les souverains correspondent directemente entre eux sur les affaires politiques. Ils le font, ou dans des cas particuliers ou pour appuyer les représentations de leurs ministres." H. Meisel, Cours de style diplomatique.

Es tan importante el conocer a fondo todo lo que se refiere a la redacción y forma de las Cartas Reales, que hemos creído necesario hacer un estudio detenido, y lo más profundo que nos ha sido posible, para dar a conocer con la mayor exactitud esta parte tan complicada de la Cancillería, donde el más pequeño descuido o la menor ligereza puede prejuzgar graves cuestiones internacionales, sentar precedentes perjudiciales o cuando menos, suscitar enojosas cuestiones de etiqueta, en las que siempre sale perdiendo el más débil, teniendo que abandonar, muchas veces, la propia dignidad para salvar las dificultades que ha creado el error o la ignorancia; y es innegable que esta ignorancia es tan perjudicial, como asegura Vicquefort, y que puede originar los mismos males que la del Derecho público; y así como de ésta puede resultar el atropello de un Ministro extranjero, del desconocimiento de las cuestiones de Cancillería puede ser una consecuencia inevitable el enfriamiento de relaciones y hasta una reclamación en toda forma.

Basta definir el objeto y la clase de estas Cartas, para comprender toda la gravedad de esta parte de la Cancillería viendo que, no sólo se trata de un acto de cortesía, donde no existe más dificultad que la elección de frases frivolas, de agasajos rebuscados, sino que son verdaderos documentos históricos, en los que se reconocen o niegan derechos que implican reconocimiento de hechos consumados, y que son una parte importantísima en las negociaciones diplomáticas; y por consiguiente, es fuerza estudiarlas con cuidado y no juzgarlas nunca, ni sin interés para la patria, ni sin acción sobre los sucesos políticos que pueden suscitarlas.

Martens, en su Guide Diplomatique, define las Cartas que los Soberanos se dirigen entre sí de la manera siguiente:

- Las Cartas de Cancillería o de ceremonia.

- Las Cartas de Gabinete.

- Las Cartas autógrafas.

Nota. En las Cartas Reales de Gabinete no se pone dirección al pie más que a las dirigidas a Su Santidad, Emperadores y Reyes.