La elección del Papa. II.

Cuando la elección es válida, el Cardenal Decano, el Camarlengo, el primero del Orden de Presbíteros y el Decano de los del Orden de Diáconos, van ante el trono del Cardenal electo.

Guía de Protocolo Diplomático.

 

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Elección del Papa.

Cuando la elección es válida, el Cardenal Decano, el Camarlengo, el primero del Orden de Presbíteros y el Decano de los del Orden de Diáconos, van ante el trono del Cardenal electo, y le preguntan si acepta; si la respuesta es afirmativa, los doseles de todos los tronos (que son: morados los de Cardenales creados por el Pontífice que acaba de morir, y verdes, los de los creados por el antecesor) desaparecen, y no queda más trono con dosel que el del nuevo Papa. En el momento mismo se redacta el acta de la elección, y el Pontífice pasa a la sacristía, donde reviste los hábitos blancos que desde aquel día debe llevar siempre, y volviendo a la capilla, va a sentarse en la Silla Pontificia, para recibir el homenaje de los Cardenales; el Camarlengo le entrega el anillo del pescador, y le pregunta qué nombre toma.

La costumbre de que los Pontífices cambien su nombre en el acto de la elección, no se sabe positivamente de quién ni de dónde se deriva. Larousse dice que el primer Papa que mudó su nombre al subir a la cátedra de San Pedro, fue Adrián III, romano (año 884), que se llamaba Agapito; después de una serie de 107 antecesores que habían conservado sus nombres: Macchiavelli asegura que el primero fue Sergio IV(1009), pero Juan XII(953), Gregorio V(996), Silvestre II(1000), mudaron de nombre antes de esa época.

Cuando el Santo Padre ha manifestado el nombre que desea para su Pontificado, el Cardenal Decano del Orden de Diáconos, hace romper el muro que cierra el balcón principal del Cónclave (si es en el Vaticano, el balcón es el de San Pedro, llamado de la Bendición), y presentándose en él con la cruz pontificia alzada, anuncia al pueblo en voz alta:

"Annuntio vobis gaudium magnum, Papam habemus Eminentissiinum ac Recevendissimum Dominum ...... N.N. qui sibi imposuit nomen. N.X."

Antes de 1870, en el momento de anunciar la elección del Pontífice, los cañones del fuerte de Sant'Angelo hacían las salvas, y todas las campanas de Roma se echaban a vuelo, avisando así a la población que acudía en masa a recibir la bendición apostólica que el Santo Padre daba desde el mismo balcón donde se había publicado su proclamación, apareciendo así por primera vez en público; después de terminado el acto de rendirle el homenaje todos los Cardenales, los Conclavistas, y el personal del Cónclave.

El 20 de Febrero de 1878, a la una de la tarde, el Cardenal Decano del Orden de Diáconos, anunciaba que el Eminentísimo y Reverendísimo Cardenal Joaquín Pecci había sido elegido Papa, y que había tomado el nombre de León XIII.

La noticia cundió con la rapidez del relámpago por la ciudad, y a las tres de la tarde un gentío inmenso casi llenaba la vastísima plaza de San Pedro. Más de 30.000 personas entraron en la monumental Basílica, mirando con ansiedad al balcón interior que corresponde al de la fachada.

A las cuatro y media, dos Monseñores cubrieron la balaustrada de este balcón con un tapete de terciopelo carmesí, poniendo en medio de él un almohadón blanco; cuando S.S., vestido también de blanco, apareció en el balcón, la muchedumbre prorrumpió en vivas atronadores. El Papa, con voz fuerte, pronunció el "Adjutorium nostrum in nomine Domini", al que respondió el público: "Qui fecit coelum et terrean", y S.S., levantando los brazos, dio la bendición papal, mientras el pueblo lo victoreaba y agitaba los pañuelos en señal de júbilo.

Por esta vez, el conocido proverbio italiano "Chi entra Papa in Conclave n'esce Gardinale" (el que entra como Papa en el Cónclave, sale de él, Cardenal), no ha sido exacto, y una prueba bien palpable de esto es, que el mismo Ruggero Bonghi en su libro "Pío IX e il Papa futuro", publicado en 1877, al enumerar los Cardenales que tenían probabilidades de ser elegidos Papa, nombra el primero de todos al Cardenal Joaquín Pecci. Elección que los aficionados a los acrósticos, tradujeron de este modo:

Pontifex.
Ecclesiae.
Conciliator.
Cum.
Italia.