Las Funciones de las Misiones Diplomáticas.
Entre las funciones de las misiones diplomáticas se pueden distinguir principalmente tres: las funciones de rutina, las de información y las de negociación.
Entre las funciones de las misiones diplomáticas se pueden distinguir principalmente tres: las funciones de rutina, las de información y las de negociación.
Funciones de rutina.
Las funciones de rutina tienen que ver con papeles y documentos de ciudadanos del país remitente que residen en el Estado huésped, además de la asistencia a reuniones sociales o ceremonias.
Funciones de información.
La función de información consiste en la observación y transmisión al país de origen, de datos referentes a condiciones económicas, políticas, sociales, militares, etc., destacando la vinculación, riesgo o valor de los mismos para el propio país. A esta información enviada se la denomina inteligencia.
Funciones de negociación.
La función de negociación supone la transmisión de mensajes entre los ministros extranjeros del Estado remitente y el Estado huésped. Siendo que esta definición es muy escasa y el tema de la negociación es esencial para la política e instrumentación de la diplomacia, volveremos a él en la próxima sección.
En la actualidad, la función del diplomático ha cobrado una nueva dimensión. En vista de que el proceso de globalización avanza y crece (sobre todo a nivel económico y de comunicaciones), los diplomáticos tienen que asumir el nuevo rol de descubrir nichos de oportunidad que generen ventajas al país de origen; por ejemplo, la venta de bienes y servicios y la inserción del sector privado nacional en el Estado huésped. Esta función está estrechamente relacionada con las tres enumeradas anteriormente: implica la asistencia a reuniones y eventos, la transmisión de información y la negociación de dichas ventajas.