Presentación del Embajador en el Palacio de S.M. el Emperador y Rey.
Ceremonial Alemania. Reglamento de la etiqueta que se ha de observar respecto a los Embajadores.
Presentación del Embajador en el Palacio de S.M. el Emperador y Rey.
Reglamento de la etiqueta que se ha de observar respecto a los Embajadores.
Los Embajadores extranjeros que lleguen a la Corte Imperial y Real, deben dirigirse al Ministro de Negocios Extranjeros para obtener la audiencia de presentación.
Después que S.M. el Emperador y Rey se haya dignado señalar día y hora para la recepción del Embajador el Ministro de Negocios Extranjeros lo participa al Embajador y Maestro superior de ceremonias, quien enterará a aquél de que media hora antes de la señalada para la audiencia estarán dispuestos para él, y si lo desea, también para su acompañamiento, los carruajes de la Casa Real que se necesiten con la servidumbre correspondiente, a fin de conducirle a la audiencia Imperial.
Un Gentilhombre irá en seguida a buscarle en uno o tres carruajes de gala de la Casa Real, tirados por dos caballos, y con la servidumbre necesaria. El Embajador irá en el segundo carruaje, tomando asiento frente a él, el citado Gentilhombre. Si no bastasen dos carruajes para la comitiva del Embajador, se dejará a éste que haga ir su carruaje de gala después de los de la Casa Real.
Las guardias por donde pase el Embajador formarán y presentarán las armas; pero las músicas y los tambores, no tocarán marcha.
A la entrada del Palacio Real (donde los centinelas le presentarán también las armas), a la hora señalada, esperarán al Embajador dos porteros de banda, y al pie de la escalera un Maestro de ceremonias o un Gentilhombre, y le guiarán por la escalera que conduce al salón de audiencia. Aquí el Maestro superior de ceremonias, y el Mayordomo Mayor de la Casa y Corte (como Prefecto del Palacio) reciben al Embajador, el cual pasará con su acompañamiento a la antecámora del salón de audiencia, donde le estarán esperando el Ministro de Negocios Extranjeros, un Ayudante General y un Ayudante de Campo a más del Ayudante de Campo que esté de servicio.
Habiéndose enterado S.M. el Emperador y Rey, por medio de los Ayudantes de Campo que estén de servicio, de la llegada del Embajador, manda que se abran las puertas del salón de audiencia, y el Maestro superior de ceremonias presenta a Su Majestad el Embajador que va acompañado del Ministro de Negocios Extranjeros. Después de haber entrado el Embajador se cierran las puertas del salón, permaneciendo en él mientras ésta dure, el Ministro de Negocios Extranjeros y el Maestro superior de ceremonias solamente.
S.M. recibirá al Embajador, estando en pie y con la cabeza descubierta. El Embajador pronuncia un breve discurso, presentando a S.M. su Carta-credencial que el Emperador entrega al Ministro de Negocios Extranjeros. Al terminar la audiencia, el Embajador acostumbra pedir permiso a S.M. para presentarle su comitiva. Concedido éste, el Maestro superior de Ceremonias manda que el Hujier, que está fuera, abra una hoja de la puerta y entre en el salón de audiencia el personal de la Embajada que había quedado en la Cámara inmediata. Después de esta presentación, el Embajador y su comitiva se retirarán por la puerta, ya completamente abierta; siendo el Embajador acompañado de igual manera que al tiempo de recibirle, hasta la escalera y puerta principal de Palacio, y llevado otra vez a su hotel con su acompañamiento en los carruajes de la Real Casa.
Los empleados de la Real Casa que intervengan en esta ceremonia, así como los Gentileshombres, vestirán de gala con calzón blanco.
Esta solemne recepción no corresponde a los Embajadores más que en la audiencia de presentación y en la de despedida.