Cómo dejar una buena impresión después de una reunión de trabajo
En una reunión de negocios además de la parte profesional es muy importante la parte personal: ser educado, respetuoso y tener buenos modales
Los buenos modales son muy importantes en el mundo de los negocios
Las reuniones de negocios son una estupenda oportunidad para hacer buenas relaciones profesionales, construir sólidos vínculos empresariales y abordar proyectos importantes. Pero, en pocas ocasiones, se suelen valorar las impresiones que dejamos después de una reunión. Dejar un 'buen sabor de boca' puede ser tan importante como la propia reunión.
¿Cómo podemos asegurarnos dejar una buena impresión entre nuestros colegas, proveedores o clientes?
Las impresiones posteriores a una reunión de negocios pueden marcar la diferencia entre ser recordado como un profesional competente y ser olvidado rápidamente por nuestra falta de buenos modales y de cordialidad. Incluso, por una falta manifiesta de empatía.
Un gesto importante y muy apreciado para dejar una buena impresión es agradecer personalmente a todos los presentes su asistencia y el tiempo que han dedicado a la reunión. Una persona agradecida suele ser recordada con aprecio y con agrado. Pero vamos a ver otros cuantos consejos para ser bien recordados.
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Obtener un feedback. Podemos agradecer -si no lo hemos hecho- o reiterar nuestro agradecimiento por la asistencia a la reunión mediante un correo electrónico o una llamada. Podemos completar este correo o llamada con alguna pregunta clave o comentario sobre la reunión. Así podemos obtener una opinión - feedback- sobre la reunión o alguna parte de ella.
La puntualidad. Las personas impuntuales suelen irritar e incomodar a los puntuales. La impuntualidad dejará un mal recuerdo de nosotros. Seremos los causantes de que la reunión haya empezado con retraso. Por eso, mejor llegar cinco minutos antes que después.
Dosier o resumen. Si enviamos un resumen con los puntos principales de la reunión, este gesto puede afianzar nuestra imagen como la de un buen profesional. Si hemos prometido cualquier otro tipo de material, debemos proporcionarle. Cumplir con nuestras promesas demuestra nuestra profesionalidad y saber hacer. Hay veces que se promete documentación u otro tipo de información que nunca llega.
Comunicación efectiva. Responder sin retraso a las consultas o peticiones es una manera de demostrar el compromiso con nuestro trabajo y que nos tomamos en serio nuestra profesión. Es posible que haya que hacer una pequeña criba para atender por orden de importancia las consultas o peticiones.
Discreción y confidencialidad. Hay cosas que no deben salir en una reunión y cosas dichas en la reunión que no deben salir de esa sala. Revelar detalles 'secretos' es una falta de profesionalidad. Las personas indiscretas están muy mal valoradas en las empresas. Si hablamos más de la cuenta podemos dejar una mala impresión entre los asistentes. Además, puede perjudicar nuestra reputación.
Atenciones. Ofrecer un café, agua o alguna otra cosa para beber o comer, tener algún detalle con los asistentes y gestos por el estilo pueden dejar un buen recuerdo entre los asistentes. Pero, ¡cuidado! No debemos confundir las atenciones con la compra de voluntades por no decir pequeños 'sobornos'.
Respeto y buenos modales. La buena educación es la huella que queda en la memoria de todo el mundo. Ser respetuoso, amable, educado, agradable, simpático, etcétera, genera actitudes positivas en los demás. Incluso, cuando la reunión no ha sido tan exitosa o no se han cumplido todos los objetivos previstos, una persona bien educada, amable y respetuosa deja una buena impresión en los demás.
El sutil arte de la etiqueta en el mundo de los negocios es fundamental para dejar una buena impresión. Hay gente muy bien preparada en su especialidad, pero, por desgracia, no tanta con buenos modales. Dejar una buena impresión es dejar una puerta abierta a futuras colaboraciones tanto con otras personas como con otras empresas. No dejemos nuestro buenos modales en casa. Hay que llevarlos al trabajo.