Zapatero es muy disciplinado en Protocolo.

El subdirector general de Protocolo de Presidencia del Gobierno, Ramón María Moreno González, apostó ayer en La Granda por "esperar una atmósfera más conveniente" antes de cambiar la normativa protocolaria.

La Voz de Asturias

 

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El subdirector general del área en La Moncloa dice que "es fácil trabajar con él".

El subdirector general de Protocolo de Presidencia del Gobierno, Ramón María Moreno González, apostó ayer en La Granda por "esperar una atmósfera más conveniente" antes de cambiar la normativa protocolaria que se intuye por la evolución del Estado de las autonomías. En su calidad de subdirector de Protocolo del presidente del Gobierno, comentó que "Rodríguez Zapatero es muy disciplinado" y resulta "fácil de dirigir" en asuntos protocolarios.

Para Moreno González, el decreto aprobado en 1983 --texto en el que participó el exjefe de Protocolo Joaquín Martínez-Correcher-- ha respondido durante más de 20 años a las pautas protocolarias de España y consideró que "quizá bastaría con algún tipo de enmienda o norma adicional" para no modificar la base "que ha funcionado muy bien".

El subdirector general de Protocolo comentó ayer que "la aplicación analógica de las normas para suplir los vacíos jurídicos" ha sido la piedra angular del sistema protocolario en España y "habría que valorar la posibilidad de una hipotética reforma" dentro de "un consenso adecuado y una atmósfera conveniente". Apuntó que la reforma del decreto no sería tarea fácil, aunque "puede ser conveniente" cuando entren en vigor los diferentes Estatutos.

Respecto a la paz protocolaria de la que habló Martínez-Correcher en su conferencia, explicó que las modificaciones de protocolo "necesitan apoyo" para que sean eficaces a todos los niveles, y comentó que el Estatuto de Baleares establecía que el presidente de la comunidad tenía un orden de preferencia sobre loas autoridades estatales, punto que hubo de ser cambiado en la redacción final del documento.

La Granda repasó además el modelo protocolario para el Encuentro Mundial de las Familias que tuvo lugar en Valencia. El coordinador del área de logística, José Vicente Herrera recordó los detalles protocolarios del evento. Junto a él, el sacerdote valenciano José Francisco Castelló relató las anécdotas en las que saltarse el protocolo fue obligado.

Castelló recordó la ausencia del presidente Zapatero en la misa "de despedida a Benedicto XVII" y afirmó que "muchos católicos socialistas se sintieron defraudados con su máximo representante". Para Castelló, "perdió una ocasión magnífica de ser el presidente de todos los españoles" cuando Moratinos suplió su lugar en la ceremonia. Al respecto, Moreno González recordó que "las únicas personas que pueden delegar en tales actos son el Rey y el presidente del Gobierno".