Don Sabino Fernández Campo. El protocolo con elegancia y discreción.
De todos es conocida su labor en la Casa Real no siempre en situaciones cómodas o con un total acuerdo con Su Majestad.
El protocolo con elegancia y discreción.
El Excmo. Sr. D. Sabino Fernández Campo, nació hace 75 años en un pueblo cercano a Oviedo. Hijo único de un próspero y emprendedor comerciante asturiano, Sabino Fernández Campo cursó la carrera de Derecho con la pretensión de llegar al mundo de la diplomacia. Pero circunstancias de la vida, la guerra civil, le condujo al Ejército.
Integrado en el cuerpo de Intervención militar, formó parte durante 20 años de la secretaría técnica de siete ministros del Ejército. Luego, en la transición, fue nombrado subsecretario de la Presidencia por Alfonso Osorio en 1975, para pasar un año después al mismo cargo en Información y Turismo con Andrés Reguera Guajardo. Un rodaje que culminó en 1977 al ser llamado a La Zarzuela para sustituir al general Alfonso Armada, secretario general desde los tiempos en que don Juan Carlos era Príncipe.
Durante 17 años (desde el verano del año 1977 hasta Enero del año 1993), el Excmo. Sr. D. Sabino Fernández Campo ha sido la auténtica sombra del Rey. Durante este período ah dejado bien claro su buen hacer, su natural cautela y su sentido de la disciplina, creando un modelo de mesura y hasta de fina diplomacia de corte vaticano.
De todos es conocida su labor en la Casa Real no siempre en situaciones cómodas o con un total acuerdo con Su Majestad. En una entrevista realizada a D. Sabino Fernández Campo dice que tuvo, "diferencias de criterio" con el Rey, pero no discrepancias, ante la pregunta de posibles "diferencias" con el Rey.
Este año, el Conde Latores, ha sido nombrado miembro del Patronato de la Fundación Príncipe de Asturias, patronato encargado de otorgar los prestigiosos premios Príncipe de Asturias, en su Asturias natal, y más concretamente en la ciudad de Oviedo.
No podemos hablar de la historia de la Monarquía española, ni de la influencia que ejerció sobre el Rey, sin nombrar a D. Sabino Fernández Campo. Su paso por la Zarzuela, ha marcado un trozo de la historia de España, y una calidad profesional y humana, difícilmente igualables. Conocidas alguna de sus grandes intervenciones, como la afortunada frase 'No está aquí ni se le espera', la respuesta obtenida por el General Alfonso Armada, a la pregunta de si se encontraba allí el Rey, en la triste y angustiosa tarde del 23 de Febrero.
Fiel guardián de la Monarquía y todos sus secretos, ha ido fraguando durante estos últimos años un papel de valedor del derechos democráticos y ha dotado a su rostro de un expresión hermética e impenetrable, a salvo de cualquier rumor o emoción personal. Su socarronería asturiana, su habilidad para eludir respuestas comprometidas o para esquivar a políticos demasiado interesados en intimar con él para estar al tanto de los asuntos de La Zarzuela, ha sido una lección de ingenio. Podemos decir que el Sr. Fernández Campo ha sido un perfecto desconocido.