Verso de la cortesía en general.
Urbanidad para el uso de las niñas. La cortesía en general.
De la cortesía en general.
Una niña hermosa o rica,
sin virtud ni cortesía,
por demás confiaría
adquirir reputación;
pues la belleza del cuerpo
y los bienes materiales,
faltando prendas morales,
antes cubren de baldón.
Doquiera que te destine
la suerte adversa o propicia,
un día te hará justicia
la virtud y urbanidad;
éstas, a par que la ciencia,
granjean un nombre ilustre,
y dan a la mujer lustre
en la culta sociedad.
La urbanidad nos enseña
a tratar los superiores,
iguales e inferiores,
con finura y discreción;
sin ella fuera enojosa
la vida por mil conceptos;
ved, pues, niñas sus preceptos
de cuánta importancia son.
Son la humildad y el decoro,
la bondad y la prudencia,
el despejo y deferencia,
bases de la urbanidad;
ella odia el desaliño,
la ficción y grosería,
orgullo, pedantería
y, en fin, la curiosidad.
La joven bien educada
se ha de mostrar complaciente,
siempre que fuere prudente
y conforme a la razón.
Sin un infame tu decoro
ofendiese sin respeto,
recházale como objeto
de horror y abominación.
Si la llaneza excesiva
con razón es reprobada,
la etiqueta refinada
también llega a molestar.
Un medio a tales extremos
tiene de ser preferido,
y está bien todo cumplido,
cuando es lícito, apear.
Delante de otras personas,
no aparezcas encogida,
pues por simpleza es tenida
semejante cortedad;
si en el exceso contrario
dieses de ser una osada,
te dirían descarada,
o llena de vanidad.
La civilidad no exige
hablar con frases limadas,
ni maneras afectadas
opuestas al natural;
lenguaje puro y genuino,
buen porte y finos modales,
requisitos esenciales
son para el trato social.
Tus palabras y maneras
sean siempre mesuradas,
y al lugar acomodadas,
tiempo, personas y edad.
Serás cortés si a corteses
por dechado te propones,
imitando sus acciones,
despejo y modo de hablar.
Cuando en calidad y sexo
las personas son iguales,
los respetos principales
son debidos a la edad;
pero si el rango es diverso,
enseña la cortesía
que el demás categoría
goza de más dignidad.