Discurso Apertura de Curso Universidad de Alicante, Curso 1999-2000.
Discurso Apertura de Curso Universidad de Alicante, Curso 1999-2000.
Discurso Apertura de Curso Universidad de Alicante, Curso 1999-2000.
Excmo. y Magníficos Rectores,
Ilustrísima Directora General de Enseñanzas Universitarias,
Excelentísimas e Ilustrísimas Autoridades,
Claustro de la Universidad de Alicante,
Señoras y señores:
Tengo la enorme satisfacción, como cada año al iniciar el curso, de tener la oportunidad de revalidar nuestro compromiso de servicio social, y de compartir con todos Ustedes, en un acto tan especial para la Comunidad Académica, las inquietudes, problemas, logros e ilusiones de nuestra Universidad.
Mis primeras palabras quieren ser para un homenajeado muy especial para nuestra Universidad: el que ha sido nuestro Rector por espacio de ocho años, ganándose una enorme simpatía, un profundo afecto y la admiración más generalizada dentro y fuera de nuestra Universidad.
Es imposible ser rector y no terminar amando profundamente una institución universitaria y en particular a la Universidad a la que se sirve. De esa especial vinculación nace un esfuerzo que solamente es compensado cuando la propia comunidad académica rinde, como lo ha hecho hoy, su gratitud sin reservas y el más cariñoso y sincero de los reconocimientos. Al profundo respeto con los que he compartido este tipo de obligación he de unir, en el caso de Ramón, la amistad y la confianza que depositó en mi al hacerme partícipe de este tipo de responsabilidad.
No debo hacer ninguna semblanza, pero creo que en el subconsciente de toda nuestra comunidad universitaria ha quedado su vitalidad, jovialidad, ingenio y sagacidad en dosis justas para embrujar o desarmar al más sagaz hipotético inquisidor; la bondad, la comprensión y una confianza sin limites para el amigo. Su prestigio docente e investigador, su ánimo y certera anticipación en abrir caminos de un futuro no siempre fácil de desvelar, su liderazgo y muy activas iniciativas en los problemas ambientales, su participación en las más altas esferas de la nación como Consejero de Estado, viajero incansable y siempre con un insaciable apetito de progreso han creado una imagen de ti, Ramón, de la que esta Comunidad Universitaria siente el máximo orgullo. Sólo en la sencillez y espontaneidad que siempre nos reclamas acierto a decir, unas muy emocionadas gracias de todo corazón.
También mis más efusivas felicitaciones a todos los que han sido distinguidos; emotivo recuerdo para los que ya no están con nosotros pero que perduran en el quehacer diario. Es difícil olvidar a Rafael, o Ketty compañera de fatigas que aparece en la memoria de cada día, en los reflejos de un ademán o de un gesto ajeno.
El proyecto común y la complicidad universitaria sólo son posibles bajo la tutela del talante y la responsabilidad que nos debe guiar sin descanso alguno: luchar incansablemente por transmitir y avanzar en el conocimiento. Máxime en una era apasionante por la celeridad de nuevos descubrimientos, decisivos avances científicos y el enorme impacto que en nuestras propias vidas está llamado a tener la aplicación de las nuevas tecnologías y la ciencia en general. He insistido, cansinamente que nuestro compromiso social exige un papel extraordinariamente activo tanto para que las empresas puedan alcanzar competitividad y riqueza --empleo para nuestros jóvenes- y las muchas vertientes del desarrollo del bienestar al que aspiramos.
Todo esto en un período de estabilidad social que deja para nuestros jóvenes muchos retos de esta índole todavía pendientes, inadmisibles desigualdades, fortalecimiento de nuestras instituciones, transparencia y ética, patentes injusticias o aristas sin resolver de nuestra convivencia. Sin olvidar aquellos valores que pueden llevar consigo en nuestros sistemas la necesidad de un perfeccionamiento continuo en todas las vertientes que coadyuvan la propia convivencia y nuestro propio orden político y social. Es apasionante vivir nuestro tiempo, pero también hay que tomar clara conciencia de la enorme exigencia que conlleva ser protagonistas o, alternativamente caer en meros pasivos comparsas de nuestra era. Son muchos los retos, a veces insuficientes los medios.
Hay una cuestión importante. Incluso trascendente, diría yo. Y es la referida al papel que deben desempeñar las instituciones. Las instituciones, fundamentalmente las públicas, deben erigirse en servidoras de la sociedad que las sustenta y procurar, en todo momento y al margen de coyunturas del tipo que sean, caminar si no de la mano sí lo más próximas posible.
Por el bien general, por la mejora de la sociedad en todos los órdenes, las instituciones -entes cuya perdurabilidad, al contrario que la de las personas, se nos antoja casi eterna- están destinadas (algunos piensan que condenadas) a entenderse. A entenderse, incluso en la discrepancia.
Entre estos retos futuristas no podía dejar sin mencionar a la institución universitaria madre de todas las universidades valencianas. En este año en que se conmemoran los cinco siglos de la fundación del Estudi General valentino debemos manifestarle, a través de su rector, al menos nuestro reconocimiento y gratitud. Reconocimiento porque tal longevidad dedicada al noble empeño de transmitir el conocimiento científico resulta un ejemplo que tratamos de seguir las universidades más jóvenes; al menos ésta que me honro de presidir. Gratitud por lo que, al margen de la ciencia, también nos ha enseñado: tolerancia, convivencia, solidaridad, defensa del espíritu universitario...y, probablemente, muchas más cosas que hoy resulta difícil resumir. Y es que 500 años dan para mucho. Felicidades, Rector; y larga y fecunda vida a la Universitat de Valencia-Estudi General.
Nuestra institución intenta adentrarse en el nuevo milenio con un progreso espectacular. Hace tan sólo veinte años con unos pocos barracones y la enorme ilusión y empuje de un pueblo que reivindicaba su universidad se empezaron a forjar los cimientos que hoy lucen. Sólo veinte años han transcurrido y hoy donde había un erial, una cementera y poco más, se ha ido forjando, con no pocas dificultades, lo que se considera uno de los mejores campus universitarios de España e incluso de Europa. Mucho más allá del cemento y el verde: la cultura de la escasez y la fuerza de las ideas y la imaginación para combatir todo tipo de dificultades han sido protagonistas de una constancia y voluntad sin limites.
Unas pocas y claves titulaciones que abrían paso a los estudios universitarios de nuestra provincia. Se improvisaban laboratorios que en pocos años daban frutos muy notables: la carencia de profesores a la escala que hoy conocemos no era obstáculo para que, en muy pocos años, nuestra Universidad alcanzara un privilegiado puesto entre las cinco primeras universidades con resultados de excelencia investigadora en los estándares de nuestro país.
Mientras nuestras aulas se transformaban para pasar en menos de seis años de 15.000 a 30.000 alumnos, con el crecimiento más espectacular, en dicho período de toda España. He de confesar que, cuando miro hacia atrás y veo el camino transcurrido sobre la base de tanto esfuerzo y tantas carencias, las gentes de esta Universidad, mis compañeros, los rectores que me han antecedido, me producen un enorme respeto y admiración.
Una Universidad así debe afrontar el futuro con realismo y sin complejos. Somos conscientes del enorme camino que debemos recorrer para alcanzar aquellos referentes universitarios en el ámbito internacional en mente de todos de nosotros cuando de una institución universitaria se trata. Nos desalienta que no se aceleren reformas una y otra vez reclamadas desde foros privilegiados como la CRUE o el Consejo de Universidades en temas tan vitales, tan básicos como la estabilidad del profesorado, la financiación del tercer ciclo u otros varios ya conocidos. Nos alienta cualquier paso que, en la lógica exigencia social, nos facilita un escenario capaz de afrontar nuevos retos: es el caso del nuevo plan de financiación de las universidades valencianas.
Creo que en un día como hoy es oportuno tomar conciencia de algunas variables que forman parte del escenario económico de los próximos años. Permítanme recordarlo:
Un cambio tecnológico muy acelerado que tiene amplísimas y profundas repercusiones en las exigencias curriculares de nuestros titulados. Por ejemplo, cualquier titulado sin una buena formación en las NT quedará en total desventaja en el mercado laboral español en apenas tres años.
Una demanda universitaria que se modificará a medio plazo y de forma espectacular cuantitativa y cualitativamente. Esto significará una reducción para los primeros y segundos ciclos de no menos del 50 por 100 en tan sólo diez años y un crecimiento exponencial en el postgrado, tercer ciclo, la movilidad internacional, la formación continuada o la formación adulta.
Una investigación competitiva indisoluble ligada, si es básica, a los estándares de las más prestigiosas universidades y, si es aplicada, a las apremiantes necesidades de las empresas y sectores, cuya supervivencia en gran medida estará vinculada a la aplicación de conocimientos y su capacidad innovadora en general.
Una estructura del PNB mundial que se estima reducirá a los sectores predominantes en la actualidad a menos de un 40 por 100 en apenas 10 años y, en cambio, las NT, las industrias y servicios ambientales, junto con la educación y la cultura ostentarán más del 50 por 100.
De este diagnóstico nacen algunas vertientes que marcarán las pautas del equipo rectoral en los próximos meses:
Ante todo y previamente a cualquier otra consideración, la aplicación del nuevo Plan de Financiación de las Universidades Valencianas permitirá afrontar los graves problemas generados en la estructura del profesorado, la formación y desarrollo de las estructuras de nuestro Personal de Administración y servicios y una base para la consolidación de una base del capital humano capaz de afrontar los retos de calidad exigibles socialmente. Este tema es prioritario para el equipo de gobierno.
Un Plan Institucional de la Calidad específico de la Universidad de Alicante capaz de coordinar e impulsar todos aquellos aspectos ligados a titulaciones, planes de estudios, centros y servicios en general y en coherencia con los retos ya mencionados.
Un nuevo marco estatutario a presentar en este próximo trimestre a los órganos competentes capaz de dar respuesta y adaptación a los enormes cambios experimentados por esta institución en los últimos quince años.
La progresiva culminación de las infraestructuras y equipamientos para la docencia e investigación de las titulaciones y áreas que se han ido conformando en los últimos seis años y que reclaman, lógicamente las mismas condiciones ya existentes para las más antiguas.
La respuesta a las demandas sociales que identificamos en nuestro entorno en materia de investigación, transferencia de tecnología y formación permanente y que vinculamos al proyecto de nuestro Parque Científico.
La cooperación interuniversitaria, ya sea en redes existentes como en el caso del Institut Joan Luis Vives, u otras en las que la Universidad de Alicante participa muy activamente a favor de la internacionalización, la movilidad, la cooperación al desarrollo, o la investigación conjunta.
Sin ningún ánimo de auto complacencia, ni fácil triunfalismo, podría trasmitirles lo que está siendo fruto de un trabajo serio, sacrificado y bastante discreto por parte nuestra comunidad universidad en la dirección que he apuntado. Durante los cuatro últimos años, por razones ya conocidas no me he referido a las realizaciones de esta Universidad en un intento de medir al máximo el alcance de este discurso. Permítanme ustedes un rápido desahogo -dejándome multitud de cosas-:
Una puesta en marcha de nuevas titulaciones en centros y departamentos con el máximo rigor y credibilidad (Arquitectura, Humanidades, Matemáticas, Psicopedagogía -en este caso con la transformación de la Escuela de Magisterio en la Facultad de Educación-, Turismo, Ciencias del Mar, Administración Pública, Imagen y Sonido... Un extraordinaria y cada vez más competitiva oferta de postgrado ajustada a una normativa muy exigente y a la creación de un Centro específico.
Los prácticum de las titulaciones y la creciente calidad de las iniciativas docentes de los centros.
Un notable liderazgo en materia de nuevas tecnologías con la comercialización nacional e internacional de nuestro campus virtual por empresas líderes en telecomunicaciones y software, la participación prestigiados socios tecnológicos de ámbito internacional y la firma de convenios específicos de colaboración con la Universidades de Harvard, Pennsylvania, UC. Berkeley, Virginia, Cornell, entre otras, todo ello en el marco del Proyecto de MedSoft.
Un avance muy significativo en iniciativas de investigación en materia ambiental con el desarrollo de Mednatura y la firma de convenios con entidades públicas y privadas, tales como el Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos a través del Centro de la Biodiversidad. La creación del Centro de Ecotecnología Margalef con aplicaciones muy cercanas a problemas de nuestro entorno. Ambos se suman al excelente Instituto del Agua y del Medio Ambiente y hacen de la titulación de Medio Ambiente una apremiante necesidad para sacar todo el rendimiento a los excelentes recursos existentes.
La coordinación de la transferencia de tecnología y la planificación de un proyecto de Parque Científico con la máxima homologación nacional e internacional. Convenios con la NASA -para la creación de un laboratorio de Geodesia conjunto, la Universidad de Pennsylvania, Bath y otros entes internacionales. Nuestra inclusión en IASP y APTE y la designación por parte de esta última como centro formador para América Latina,
Nuevos servicios para alumnos tales como la Oficina de diseño curricular, campus virtual, Oficina de empleo y Centro de Creación de Empresas, Servicios a Discapacitados, le proyecto de Villa Universitaria gracias al apoyo del Ayuntament de San Vicent. El éxito de algunos de estos servicios.
Un notable incremento de la internacionalización : Convenio Salamanca-Cantabria-Alicante para cursos de español, la movilidad internacional Sócrates, la consolidación de la cooperación al desarrollo, nuestro Proyecto Habana, el centro de estudios orientales, la encomiable labor de las becas del Secretariado de América Latina, el creciente liderazgo de nuestra Universidad como centro de Congresos científicos.
La inversión y planificación de más de cinco mil millones de pesetas en solo un año con más de 120 obras de todo tipo. La implantación del más avanzado modelo de racionalización espacios con un SIG citado por la empresa más importante de sofware.
La puesta en marcha de la Universidad permanente.
Las sedes de Cocentaina, Benissa, Elda y Orihuela: acercamiento a la provincia
La cátedra Arzobispo Loaces y la Universidad Histórica de Orihuela.
La cultura con una enorme y muy heterogénea oferta de actividades y la oferta museística de la Universidad. El premiado contenedor Museo, La Alcudia, Ciencias Naturales...
El proyecto de Hotel Escuela, el segundo ciclo de turismo, el ocio y navegación marítima con el Navegador más moderno de Europa.
Durante los últimos años, esta Universidad ha dirigido su mayor esfuerzo y entusiasmo hacia una vieja receta ya muy conocida que podemos sintetizar en trabajo, trabajo y trabajo. Con una sola pretensión: poner la máxima ilusión en responder a retos sociales ciertamente difíciles. Espero que no les hayamos defraudado.
Muchas gracias.