Discurso Comida-Homenaje a D. José Quiles Parreño, Presidente del Consejo Social de la Universidad de Alicante 1989 -1997.

Discurso Comida-Homenaje a D. José Quiles Parreño, Presidente del Consejo Social de la Universidad de Alicante 1989 -1997

 

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Rector Honorario de la Universidad de Alicante,

Ilmo. Presidente del Consejo Social,

Don José Quiles Parreño,

Querida Teresa,

Compañeros y universitarios:

Creo expresar en nombre de todos la honda emoción y el generalizado sentimiento de admiración que tu persona provoca en esta Universidad, don José, querido amigo, querido Pepe, no te hacen falta más atributos que los de tu persona, los de tu talante elegante, fiel a tus convicciones, al compromiso de tus principios, a la deontología suscrita en el ejercicio de tus más arraigadas creencias, en códigos que, por desgracia, no siempre tienen el reconocimiento que debieran en nuestros días.

El proceso normativo de reforma de la universidad española abierto a principios de los ochenta introducía en nuestras estructuras orgánicas los Consejos Sociales, instrumento del compromiso entre Sociedad y Universidad, Universidad y Sociedad. Tras muchos años de andadura en solitario, las universidades insertaban en su seno el compromiso de respuesta, de diálogo, de apoyo y de un entendimiento imprescindible en el cumplimiento de las obligaciones que contrae el servicio universitario. Pero tras estos muchos años de mutua ignorancia, hacían falta actitudes conciliadoras, la búsqueda de puntos de confluencia, el encuentro de un lenguaje común, la superación de inconcebibles recelos; para decirlo sencillamente: la buena voluntad.

Tras ya más de una década de experiencia, la universidad española arroja un balance muy dispar a la hora de valorar la labor de los Consejos Sociales. En algunos casos no han pasado de ser apéndices irrelevantes, en otros se ha detectado una mala interpretación de sus funciones en otros un intento de construir, de asumir los compromisos mutuos, de avanzar en la dificultad, de mantener una confluencia en el interés mutuo del beneficio de una institución universitaria.

Tras más de ocho años, el presidente del Consejo Social de la Universidad de Alicante don José Quiles ha hecho fácil lo que en muchos sitios ha sido difícil. Su enorme paciencia, su fe sin límites en el diálogo, su cariño hacia nuestra universidad, TU UNIVERSIDAD -lo digo y escribo con mayúsculas-, su fe en las personas, su generosidad, han hecho el milagro. Quisiera expresarte públicamente, en un día como hoy, ya libre de tus obligaciones, la enorme deuda que tiene esta Universidad con tu persona. Has comprendido perfectamente -pese a nuestras insuficiencias y defectos- que una universidad exige de un crédito sin límites, de la confianza, entusiasmo, ilusión y nuevamente, generosidad y compresión.

Querido y magnífico amigo, hemos tenido la mejor de las suertes. Tu incondicional apoyo en los momentos difíciles, tu clara e inequívoca defensa de la Universidad en los momentos decisivos. Lo mejor de ti mismo en favor del diálogo y el entendimiento, de la sensatez, la moderación y la cordura. Tu presencia aquí siempre será el augurio de un buen compañero de viaje. Será difícil borrar la huella del cariño y la amistad.

Hace unos años, cuando la precariedad de inversiones era muy notable y yo desempeñaba mis funciones en el Vicerrectorado de Asuntos Económicos, todavía siento el codo con codo, el apoyo acalorado y apasionado en defensa de esta Universidad, de su incondicional impulso y desarrollo ante posturas injustamente escépticas, hasta debilitar las barreras e impedimentos más firmes. Desde entonces hasta lo más reciente, en tu sitio, siempre ha estado el amigo, la persona que estaba dispuesta a apoyar a la Universidad, tu compromiso más allá de obligaciones establecidas y escritas, un compromiso de caballero.

Siempre he pensado que en la Universidad debemos esforzarnos en dar, crear, una atmósfera ejemplarizante, una imagen transparente ajustada a las actitudes que debemos transmitir a un alumnado ávido de formación y conocimientos, ávido por mejorar nuestra sociedad, de contribuir a su progreso..., permíteme decirte que nos sentimos muy orgullosos de haberte tenido entre nosotros, de tenerte entre nosotros. Tu trayectoria ejemplar es el mejor referente de las personas que merecen estar en una institución universitaria.

No encuentro las palabras adecuadas para expresarte mi máxima admiración y respeto, y, sabiendo de la sencillez de tu carácter, acierto a decir, simplemente, gracias. Escaso discurso para tanta deuda. Vaya mi público reconocimiento de la misma, mi gratitud, el testimonio de la verdadera amistad, mi máximo cariño y afecto Pepe, don José Quiles Parreño, magnífico Presidente del Consejo Social de esta Universidad.

Muchas gracias.

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