Para ser la reina ideal. Clases de Protocolo y Diplomacia
Una aproximación sobre la formación que debería tener la futura Reina de España. Eva Sannum y su formación para ser reina
"Clases de Protocolo y Diplomacia".
Cómo ser la reina ideal
Cuando Eva Sannum estudiaba en la Stovner Videregaende Skole, en su modesto barrio de Oslo, sacaba buenas notas. Entonces tuvo la oportunidad de pedir un traslado a un colegio mejor, pero nunca imaginó que lo que aprendía o dejaba de aprender llenaría las páginas de los periódicos o sería decisivo para la boda de sus sueños.
Años más tarde abandonó sus estudios de idiomas en la Universidad de Oslo para centrarse en su trabajo de modelo. La consecuencia es que carece de una carrera superior y de la formación para comprender el papel de España en el mundo y sostener una conversación difícil en una recepción de Estado. Sus actuales estudios de publicidad comercial en la elitista escuela de Westerdals, a la que acude poco por sus frecuentes viajes con Don Felipe, no son el remiendo adecuado.
Si realmente aspirase al trono, Eva Sannum debería matricularse en una universidad española, preferentemente en Historia o en Ciencias Políticas, y perfeccionar definitivamente el español que aprendió hace tres años, con motivo de una estancia profesional de seis meses en nuestro país.
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La joven modelo debería recibir clases de protocolo y diplomacia y minuciosas nociones de etiqueta, y tendría que prepararse para prescindir de la libertad personal y soportar interminables besamanos. Gente del entorno del Príncipe ha dejado entrever que la ayudan en este sentido, y que recientemente le han enseñado a comer crustáceos. Pero lo que no es más que una anécdota graciosa pone de relieve que la formación de una joven noruega de clase media está muy alejada de las necesidades de una candidata a la Corona española.
Más difícil será explicarle que, por desastroso que sea su matrimonio, deberá aprender a convivir con el futuro Rey, o que en caso de separación, no podrá educar a sus hijos fuera de la Corte porque, según la Constitución, será reina regente hasta que éstos hereden el Trono.
La principal resistencia a esta metamorfosis vendrá de su mentalidad laica y práctica, seguramente poco habituada al respeto de las apariencias, y formada en el ejemplo de una familia construida a partir de tres matrimonios: el de su padre con su madre, el de éste con su madrastra y el de su madre con su padrastro. Acomodar a todos estos parientes en las recepciones de la Familia Real española será además un problema sin precedentes.
Para una joven acostumbrada a ejercer de maniquí desde los 15 años, constituirá una tentación repetir el temido modelo-Diana, por el que la princesa de Gales ocupaba la mayor parte de su tiempo en encargar ropa y posar para los fotógrafos. Habrá que enseñarle que el centro nunca podrá ser ella, al menos de forma deliberada, sino siempre los invitados.
A pesar de todo ello, la noruega Eva Sannum no será querida hasta lograr lo que ha conseguido Doña Sofía: hacer olvidar a los españoles su origen extranjero.