Personas que tienen una mayor dependencia emocional de los demás (con vídeo)

No es malo querer que los demás nos aprecien o nos reconozcan nuestro trabajo o nuestros logros

 

 

Dependencia emocional. Cómo superar la dependencia emocional MaartenB - Pixabay

La dependencia que tenemos de los demás en sociedad

¿Por qué dependemos de los demás?

La mayoría de las personas tenemos una cierta dependencia de los demás. Necesitamos de su aprecio, de su aprobación, de su reconocimiento... pero hay algunas personas que dependen demasiado de los demás. Esto puede llegar a ser un trastorno de personalidad por dependencia.

No es malo querer que los demás nos aprecien o nos reconozcan nuestro trabajo o nuestros logros. El problema surge cuando esta necesidad se convierte en algo tan importante que dejas de vivir tu vida y empiezas a vivir pendiente de los demás. Quién no ha escuchado a una madre decir algo tan simple como "no te pongas esa camisa o ese pantalón porque va a parecer que no te cambias", cuando hemos optado por vestir igual que en días anteriores. Este simple gesto, nos indica cómo necesitamos "vivir de cara a los demás" en muchas cuestiones de nuestra vida diaria.

Dejar de tomar decisiones por uno mismo

Otro de los "síntomas" suele darse cuando una persona no toma decisiones por sí misma. Para tomar una decisión necesita que alguien "decida" por él. Pide "consejo" a sus padres, amigos, hermanos, compañeros, etc. ¿Digo que sí a este trabajo? ¿Hago este viaje? ¿Me compro esto o aquello? No es capaz de decidir por sí mismo. No es malo preguntar y saber qué pueden opinar los demás, pero con ciertos límites. Pero no podemos llegar a hacer lo quieren que hagamos los demás.

Principales causas de los comportamiento dependientes

Hay varias causas que pueden ser le origen de este tipo de comportamientos.

   1. Sobreprotección -jaula de oro-. Una persona que ha sido sobreprotegida y no es capaz de decidir por sí misma.

   2. Autoritario. Una educación muy autoritaria que ha dado lugar al desarrollo de un temor a no hacer lo que nos mandan. Tu padre quiere que seas médico o abogado, y no te atreves a decir que no te gusta, que no quieres estudiar esa carrera.

   3. Apego ansioso. Papá o mamá según el día tienen capacidad para cuidarme o no.

Luego hay otros tipos de conductas muy pasivas que no suelen hacer nada, ausencias, chantajes emocionales, etc.

Ser un hijo bueno y obediente

Hay formas de educar que quieren cambiar cariño por bondad. Si eres obediente y bueno, te quiero. Si no haces lo que yo te digo, no te quiero. ¿Qué ocurre? Que al final el niño siempre hace lo que quieren los padres por miedo a perder su cariño. Y este comportamiento crea un juego de dependencia peligroso para el futuro, cuando el niño sea adulto.

Cómo evitar este tipo de dependencias

  1. Intentar no ser demasiado sobreprotector o demasiado autoritario.
  2. Observar a tu familia. Los comportamiento se "repiten" o se "heredan", en cierta medida.

Hay muchas maneras de hacer las cosas. No solo hay una manera de hacer las cosas, aunque haya personas que quieran imponer sus "leyes".

El estupendo programa de RTVE "La aventura del saber" cuenta con la colaboración habitual de los psicólogos Alfredo García Gárate y Guillermo Blázquez, que nos hablan de las personas que son excesivamente dependientes de los demás en sociedad. 

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