Al presentarnos: de tú o de usted. Qué tratamiento utilizar

No es un comportamiento educado tutear 'de forma directa' a una persona que no conocemos o que nos acaban de presentar

 

Saludo. ENcuentro y saludo Delta Sigma Theta Sorority. Maryland GovPics

¿Cómo hablar a una persona que nos acaban de presentar? Qué tratamiento utilizar

Cuando hablamos de presentaciones, surge la duda de cuál será el tratamiento correcto que debemos utilizar. Si nos presentan a una persona, o charlamos con otras personas, surge la "duda" de cómo tratar a esta persona. Por regla general, diremos que siempre, y por defecto, el tratamiento debe ser de usted -salvo excepciones, como por ejemplo, el caso de S.M. Rey al que se se trata de Majestad o Señor-.

No se puede, ni se debe utilizar el tú -tutear- de forma directa, aunque siempre utilicemos alguna excusa para justificar este tratamiento -es más joven que nosotros, es un empleado de un establecimiento, etcétera. No es un comportamiento educado tutear "de forma directa" a una persona que no conocemos, independientemente del trabajo que desarrolle o la posición o cargo que tenga.

La mejor forma de saludar y hablar con una persona es utilizar siempre la fórmula de "usted" hasta que el propio interesado nos indique lo contrario. Y si no lo hace, debemos seguir utilizando el usted siempre que hablemos con ella.

Tutear: ¿cuestión de edad? ¿de modernidad?

Hay que diferenciar a los jóvenes de las personas mayores. Entre los jóvenes está más admitido el tuteo, pero debemos esperar a que nos lo digan. Entre los mayores será fácil que no digan nada acerca del tuteo y prefieran que se les trate de usted.

Tutear no significa ser más moderno, ser más guay o ser más abierto; tutear a una persona que acabamos de conocer es una considerable falta de educación e incluso de respeto hacia la otra persona -sobre todo cuando se trata de personas mayores o de alto rango o jerarquía-.

En este tipo de tratamientos no hay sexos, es decir, se debe tratar de usted lo mismo a una mujer que a un hombre. Ahora bien, si en otras ocasiones ya hemos obtenido "el beneplácito" de esa persona para poderla tutear, entonces podremos aplicar este tratamiento.

Por lo tanto, como hemos explicado anteriormente, evitemos el tuteo tanto en nuestras relaciones laborales como en las sociales, si no nos indican lo contrario. Tampoco aprovechemos la fórmula que nosotros hemos llamado "transitiva"; como mi amigo, familiar o conocido trata a tal persona de tú, yo también puedo por ser su amigo, familiar o conocido. NO. Debemos esperar a que esa persona nos proponga el tuteo.

Existen algunas ocasiones, en que se asimila el tuteo sin una proposición previa cuando nos presentan a una persona de nuestra misma edad y similar cargo o jerarquía. Se suele dar en una presentación entre amigos, compañeros de trabajo, etcétera. Pero recordemos, que lo más prudente es, siempre, empezar por utilizar el tratamiento de usted.