Quítese la corbata en la oficina... ya no refleja poder
La corbata siempre ha estado presente, con altibajos, en el vestuario masculino. Pero desde hace tiempo se observa una disminución en el uso de este complemento
La corbata ya no es lo que era... en el vestuario de trabajo
En el último congreso del Partido Popular, ninguno de los 15.000 asistentes llevaba corbata. ¿Casualidad? ¿Coordinación? ¿Nueva imagen? Lo cierto es que no son los únicos que en los últimos tiempos han optado por deshacerse del nudo ya sea de manera puntual o como seña de identidad.
La intención no era otra que parecer más cercanos a la ciudadanía y más cohesionados entre ellos, como más tarde comentarían los propios participantes en el sarao.
España, fiel a la corbata
"Nunca está de más, pero ya no es lo que era", asegura Carmen Thous, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y asesora estratégica de comunicación. En la mayoría de las empresas no ha desaparecido pero ya no resulta tan extraño ver al jefe pasearse por las oficinas con camisa y sin corbata. Aunque España sigue siendo uno de los países más fieles a su uso, hay empresas, sobre todo en el sector de la comunicación y las relaciones públicas, que descartan ponérsela todos los días de la semana.
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Thous estima que pueden ser el 90 por ciento de estas compañías aunque también avisa: "La corbata dice mucho de una persona. No quiero decir que refleje poder porque no lo hace, pero sí transmite un cierto saber estar que otras pendras no comunican".
Cómo librarse de ella
"Ahora se tiende a la comodidad y a ser más informal. Ahora priman otras combinaciones pero sin corbata", apunta Sergio Escalera, director de la Escuela Internacional de Protocolo en Valencia. Según Escalera, camisa y americana en distintos tonos suple la ausencia de corbata en la empresa.
¿Quién debe llevarla y quién puede librarse? ¿De qué depende? Básicamente de la posición que ocupe cada uno en la empresa. Los cargos más elevados y con más responsabilidad son más reacios a desprenderse de la corbata. "Los más importantes la siguen llevando, por inercia a lo mejor", cree el director de la Escuela Internacional de Protocolo de Valencia.
Cargos intermedios
Los cargos intermedios son los directivos que más tienden a no hacerse el nudo cada mañana. "Lo hacen para acercarse a los empleados que tienen por debajo", reconoce Escalera. Ahora tiende a ser eliminada pero es simplemente para parecer que en la empresa todos son iguales.
Thous opina, sin embargo, que hay ocasiones en las que la corbata es imprescindible. "Cuando se tiene cierta posición, es de rigor vestir con corbata y chaqueta. Nadie tiene más o menos autoridad por llevar una corbata pero ayuda un poco".
Danone y HP, pioneros
Las multinacionales, como Danone y HP, se deshicieron de la corbata antes que ninguna otra. Es otro efecto de la globalización. La mayoría de ellas, con sede en Estados Unidos, siguieron el ejemplo de sus matrices en aquel país y pronto adoptaron sus maneras de hacer y de vestir. Allí también nació el casual friday, que en España se ha traducido como el viernes libre, libre de traje y corbata. "Se adapta al horario que tienen en ese día cuando salen antes de las tres de la tarde y entonces ya no se tiene en cuenta el cargo, es viernes", explica Thous.
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Lunes, jueves o domingo existen tres normas que cada uno puede aplicar para no equivocarse al elegir uno u otro conjunto y la corbata de rigor: coherencia con la imagen que representa de la empresa, imagen representativa del cargo que tiene y ser acorde con la personalidad de cada cual.
'Adiós corbata'
Al inicio de la década de los 90 nació el adiós corbata. Aseguran que fue la llegada de las empresas puntocom y el aumento de las horas que los empleados pasaban en la oficina lo que provocó la caída del uso de la corbata en el entorno laboral.
"Sí, hemos disminuido la venta de corbatas desde hace un tiempo porque hay muchos directivos que ya no tienen la obligación de llevarla todos los días y la variación de colores ya no es tan apremiante", comentan desde la tienda Groc, uno de los establecimientos con más tradición de esta prenda en Barcelona. Reconocen que ahora lo importante es "ir combinado; lo que se sigue vendiendo mucho son las camisas, que se ponen con todo tipo de pantalones para ir al trabajo incluso con vaqueros".
La corbata para ellas, que en el último año algunas marcas han intentado poner de moda, no es una buena combinación para la oficina. "Sólo para salir de marcha", sentencia Escalera.
Sólo los que usan uniforme y los que se benefician del teletrabajo no están sometidos al estrés del vestuario diario. "Pero siempre es la empresa la que, dentro de unos límites, debe aunar la imagen de su compañía", opina Thous. Escalera asegura que no llevar la corbata "es una moda pasajera y volverá. Todo vuelve, incluso puede que lo haga la pajarita".