El traje, símbolo de la elegancia. El estilo masculino

Todo hombre que se precie de ser elegante debería contar con trajes de buena calidad válidos para cualquier tipo de evento que se le presente

 

Estilo masculino. Hombre vestido elegante foto base SNCR_GROUP - Pixabay

Cómo ser un hombre elegante. El vestuario para ser un hombre elegante

El estilo masculino se caracteriza por ser clásico, por lo que perdura durante mucho más tiempo. Todo hombre que se precie de ser elegante deberá contar con trajes de buena calidad, lisos o con estampados discretos como las rayas o los cuadros príncipe de gales. Los de color azul marino y gris son indispensables, pero para ocasiones más informales no está de más tener uno marrón o beige. Si tiene que vestir de "sport", no fallará con unos pantalones de franela y una americana.

Lo correcto es que las mangas de las chaquetas cubran las muñecas y que los puños de las camisas asomen por debajo unos dos centímetros. También se tiene que ver por detrás de la chaqueta un centímetro del cuello de la camisa.

Mucha atención a los complementos, sobre todo a la corbata, la clave del vestuario masculino: de seda para vestir, y de lana para un atuendo más informal. Los zapatos negros combinan con los trajes oscuros, para el resto se reserva el color marrón. En cuanto a los calcetines tienen que armonizar con el traje, pero no fallará si los lleva lisos y de tonos oscuros.

Prendas que tapan defectos y disimulan imperfecciones

Desde sus orígenes ha servido como protección frente a las inclemencias del tiempo, y poco después empezó a desarrollarse como una forma de ocultar las imperfecciones de nuestro cuerpo (o de resaltar las partes de las que estemos más orgullosos). Las mujeres lo tenemos especialmente fácil. La variedad de nuestro vestuario nos permite cientos de opciones para dar con la imagen que desean.

Mar Díaz es directora de un centro de formación en Madrid que lleva su nombre, donde se imparte un curso de asesoría de imagen. Va dirigido a profesionales del mundo de la imagen y a cualquier persona interesada en mejorar su aspecto. Para aquellas mujeres que quieran parecer más altas, Mar tiene algunos trucos: "deben utilizar vestidos sencillos, sin estampados ni elementos que ensanchen, como hombreras o mangas abultadas. Por el contrario, las mangas cortas y largas y ceñidas estilizan y alargan la figura". Si su deseo es perder unos cuantos kilos visualmente, Mar recomienda vestir con colores oscuros, lisos y de telas con caída suelta.

El maquillaje y el cabello son otros grandes aliados de la mujer para disfrazar sus imperfecciones de la forma más natural. Estos dos aspectos son también parte del programa de los estudios de asesoría de imagen. Así por ejemplo, Mar Díaz recomienda en su centro cómo dar volumen a unos labios finos sin tener que llegar a pasar por el quirófano "en primer lugar hay que perfilar el borde con un lápiz natural (las comisuras con un tono más oscuro), luego debemos aplicar por toda la superficie del labio un color que se le parezca y, para terminar, daremos un toque de brillo en la parte central".

El poder de los asesores de imagen

Con trucos como éstos, los asesores de imagen son capaces de transformar la imagen de una persona hasta el punto de que ésta logre transmitir con su forma de vestir, su peinado o sus gestos un mensaje concreto: de respeto, modernidad, sencillez... Por eso no es de extrañar que desde hace años personajes con influencia, como políticos, actores o periodistas, dediquen parte de su sueldo en contratar los servicios de un profesional de la imagen.

La novedad es que ahora es la gente de a pie, desde ejecutivos hasta amas de casa, la que se está animando a aprender nociones de imagen para aplicarlas en su vida diaria. Mari Carmen Cazcarra dirige otra empresa especializada en la asesoría de imagen situada en Barcelona. Autora además de un libro al respecto titulado "El poder creativo de la imagen personal", Mari Carmen está convencida de que todos podemos aprender a vestir con gusto: "nuestra tarea como profesionales de la imagen es enseñar a vestir con arreglo a cada momento, diseñando para ello un guardarropas básico en el que tenemos en cuenta las características y necesidades de cada cliente".

Además de todos los detalles visuales, los asesores de imagen también modelan la forma de hablar y de expresarse. La formación que ofrecen, por tanto, es más completa de lo que parece y proporciona todo un abanico de recursos para que consigamos desenvolvernos con éxito en una sociedad que cada día tiene más en cuenta la imagen.