Bautismo del Sermo. Señor Príncipe de Asturias o Infanta de España
Ceremonial seguido para el bautismo del Príncipe de Asturias o Infanta de España.
Ceremonial para el bautismo del Sermo. Señor Principe de Asturias o Infanta de España.
Señalada por S.M. la hora en que debe tener principio la solemne ceremonia de conferir el Santo Bautismo a Su Alteza Real el Príncipe o Infanta recién nacido, se pasarán los avisos y convites de costumbre, tanto a las personas que deben asistir a este acto, que se halla declarado Capilla pública, como a los que estén convidados para asistir a él sin otro carácter que el de espectadores.
La galería del Real Palacio por donde debe pasar la comitiva se hallará colgada y alfombrada, según se ha practicado en ocasiones semejantes, y la Real Capilla estará preparada según costumbre para Capilla pública, colocando en el centro, sobre una tarima, la Pila Bautismal de Santo Domingo de Guzmán, y en los sitios más convenientes las tribunas y estradillos para los señores convidados. En la parte de la galería que media entre la sala de Guardia y la Capilla, se hallará sobre las armas la brigada de infantería de Guardias de la Reina. A los lados del Altar mayor se colocarán dos bufetes con ricas cubiertas, y sobre ellos y las gradillas existentes finísimas toallas, bandejas y floreros; en los del lado de la Epístola se pondrán aguamaniles, y el del Evangelio estará prevenido para el Pontifical.
Las insignias del Bautismo se colocarán a la derecha de los sitiales de los Augustos Padrinos, sobre dos mesas con ricos tapetes, y los pontificales de los tres Señores Obispos que asistan al ceremonial se hallarán sobre tres mesas más sencillas, en el sitio acostumbrado.
Se nombrarán los seis Gentiles-hombres más antiguos para llevar las insignias del Bautismo. El primero llevará el salero, el segundo el capillo, el tercero la vela, el cuarto el aguamanil, el quinto la toalla y el sexto el mazapán.
En la pieza que se supone antecámara del Príncipe o Infanta de España se pondrán tres mesas con ricos tapetes, y
sobre ellas las seis bandejas de plata con las indicadas insignias del Bautismo.
Se nombrarán ocho Señores Mayordomos de semana que de antemano se enteren de todo el ceremonial, arreglo del festejo, colocación de los señores convidados y de los individuos que deben asistir a la Capilla, para evitar con tiempo las dificultades que puedan ocurrir en aquel acto.
Llegada la hora, preparado el Príncipe o Infanta y los Augustos Padrinos y colocado cada individuo de la comitiva en la pieza que por su clase le corresponde, saldrán del Real cuarto dos Ugieres de Saleta y un Mayordomo de Semana para avisar a los señores convidados que están en la Capilla la salida de estos Augustos Señores.
El Sumiller, que estará con los demás Jefes de Palacio en la Cámara de S.M., avisará a los seis Gentiles-hombres que están nombrados para llevar las insignias, a quienes se les entregarán por el orden ya expresado.
Llevará al Príncipe o Infanta el Aya, la cual, con una banda roja con flecos de oro al cuello, tomará en el dormitorio de S.M. la Reina a S.A.
En este momento una salva de artillería anunciará la ceremonia, y principiará la marcha en la forma siguiente:
- Gentiles-hombres de casa y boca.
- Mayordomos de Semana, y en medio de ellos cuatro Maceros con sus mazas.
- Grandes, y en medio los Reyes de Armas con las Armas Reales.
- Los seis Gentiles-hombres de Cámara con las insignias descubiertas.
- El Príncipe de Asturias o Infanta de España, en la forma que se lleva dicho.
Concluye el festejo siguiendo el Capitán de Guardias Alabarderos, las Damas, Plana Mayor del Cuerpo y música de Alabarderos, etc.
Llegado el festejo a la puerta de la Capilla, pasan SS.AA. y principia la ceremonia según la rúbrica.
Concluido el Bautismo se sientan los Augustos Padrinos, tomando en sus brazos a S.A., ínterin se desnuda el Prelado que ha oficiado y demás Obispos.
Finalizado, regresa la comitiva en la misma forma con que salió de las Reales habitaciones.
El Príncipe o Infanta es llevado por el Aya, que lo toma de los Augustos Padrinos, y habiendo vuelto el festejo al cuarto de S.M., se despide de las Reales Personas y concluye la ceremonia.
En acción de gracias al Todopoderoso por tan plausible motivo, se cantará en la Real Capilla un solemne Te Deum, el día y hora que tenga a bien señalar S.M.
El traje de los que asistan al Bautismo será de gran gala.