Comisión del Cuerpo Colegiado de la Nobleza. Parte III.

Acta de nacimiento del Rey. Invitados a concurrir a la Real Cámara.

Guía de Protocolo Diplomático.

 

Imagen Genérica Protocolo y Etiqueta protocolo.org

COMISIÓN DEL CUERPO COLEGIADO DE LA NOBLEZA.

Excmo. Sr. D. Miguel Cané, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de primera clase de la República Argentina, Gran Cruz de la Orden de la Corona de Hierro de Austria y de la de Alberto de Sajonia, Gran Oficial de la Orden del Busto del Libertador de Bolívar;

Excelentísimo Sr. Barón Carlos Gericke van Hernijuen, Gentil-hombre de Cámara y Ministro Residente de S.M. el Rey de los Países Bajos, Oficial de la Orden de la Corona de Encina;

Excmo. Sr. D. Juan Arturo de Souza Correa, Ministro Residente de S.M. el Emperador del Brasil, Oficial de la Orden Imperial de la Rosa, Comendador de la Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa, Caballero de la Legión de Honor, de la Orden de Leopoldo de Bélgica y de la Orden Militar de Nuestro Señor Jesucristo, condecorado con la medalla inglesa de la Guerra de Crimea;

Chu lio Chüin, Mandarín de tercera clase, Secretario del Ministerio de la Guerra en Pekín, Gobernador de Departamento, Encargado de Negocios en Madrid de S.M. el Emperador de China;

D. Jesús Zenil y Martínez, Abogado y Encargado de Negocios interino de los Estados Unidos Mejicanos, y D. Carlos E. Putman, Encargado de Negocios de los Estados Unidos de Colombia.

Acompañaba al Cuerpo Diplomático el Excmo. Sr. D. Mariano Ramón Zarco del Valle, Caballero de la ínclita Orden de San Juan de Jerusalén, Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica y de otras varias extranjeras, Comendador de número de la de Carlos III, etc., etc., Mayordomo de semana de S.M. y primer Introductor de Embajadores.

Todos los señores concurrentes permanecieron en el Real Palacio, y según manifestación de los Médicos de la Facultad de la Real Cámara, arriba citados, y del Doctor Riedel, S.M. la Reina Regente sintió a las tres de la madrugada del día de hoy los primeros anuncios de la proximidad del parto, el cual se declaró a las diez de la mañana, desde cuya hora hasta la de las doce y treinta minutos de la tarde, en que S.M. dio a luz felizmente la Augusta Persona de S.M. el Rey (q.D.g.), no presentó el parto circunstancia especial que lo desviase de su curso natural.

Anunciado tan fausto suceso por la Camarera Mayor de S.M. la Reina al Presidente del Consejo de Ministros, lo comunicó éste a los demás individuos del Gobierno que allí estábamos, y presentándose en la Real Cámara trasmitió igual satisfactoria noticia a los circunstantes, diciendo en alta voz:

¡Viva el Rey!, que repitieron todos calurosamente y con el mayor entusiasmo.

Seguidamente fueron invitadas las personas que asistían a este solemne acto a penetrar en las Reales habitaciones hasta llegar a la inmediata en que se hallaba S.M. la Reina, encontrándose ya en aquélla las Sermas. Infantas de España Doña María Isabel Francisca y Doña María Eulalia, y el Sermo. Sr. Infante de España Don Antonio de Orleans; y una vez reunidas las mencionadas personas, apareció la referida Camarera Mayor de S.M. la Reina, conduciendo en una bandeja de plata a la Augusta Persona de Su Majestad el Rey colocada sobre un almohadón y cubierta con un riquísimo lienzo, llevando a su derecha al Presidente del Consejo de Ministros y a su izquierda al infrascrito Ministro de Gracia y Justicia, verificándose inmediatamente después la presentación por el mismo Presidente a cada una de las distinguidas personas que asistían a este acto, levantando al efecto el indicado lienzo, demostrándose en el semblante de todos los concurrentes la satisfacción y regocijo de que estaban poseídos.

Terminada esta ceremonia, se retiraron de las Reales habitaciones los concurrentes que habían asistido para presenciar como testigos tan solemne acto.

Y para que conste, he extendido la presente Acta original, que quedará custodiada en el Archivo del Ministerio de Gracia y Justicia, firmándola y rubricándola de mi propia mano en el día, mes y año al principio expresados. - Manuel Alonso Martínez.