Entierro y funerales del Rey de Italia. Recepción de Príncipes y Representantes enviados por las naciones extranjeras.

Ceremonial y etiqueta de la llegada y recepción de los Príncipes y Representantes enviados por las naciones extranjeras.

Guía de Protocolo Diplomático.

 

Imagen Genérica Protocolo y Etiqueta protocolo.org

Llegada y recepción de los Príncipes y Representantes enviados por las naciones extranjeras para asistir al entierro y a los funerales del Rey de Italia.

El Archiduque Raniero de Austria llegó a Roma el 13 de Enero a las siete y media de la mañana.

Esperaban en la estación del ferrocarril al ilustre viajero el Barón Haymerlé, Embajador de Austria, con todo el personal de la Embajada, de gran uniforme; los Ministros de la Corona y los altos dignatarios de Palacio. El regimiento de Infantería, núm. 40, con bandera y música, hizo los honores de ordenanza.

S.A.I. y R. se alojó en el Palacio de la Embajada de Austria, donde un piquete de Infantería daba la guardia de honor.

Por la noche hubo comida de familia en el Quirinal, a la que asistieron los Príncipes Amadeo y de Carignano, el Príncipe Napoleón Bonaparte y el Archiduque Raniero, que comió siempre en Palacio durante su estancia en Roma.

El Mariscal (Capitán general) Canrobert llegó el 14 de Enero a las tres de la tarde.

En la estación le esperaban los Secretarios (primero y segundo) de la Embajada de Francia, el Agregado militar francés, el General Comandante de la división militar de Roma, otro general y un Ayudante de S.M.
Una compañía del regimiento núm. 51 de Infantería, con la banda de música del regimiento núm. 36, hizo los honores de Ordenanza, y al llegar el tren, saludó tocando la marcha Real italiana.

El primer Secretario de la Embajada de Francia, presentó las autoridades italianas al Mariscal, que invitado por el General Comandante de la división de Roma, pasó revista a la compañía de Infantería, descubriéndose al pasar delante de la bandera, que estaba envuelta en una gasa negra.

Venían acompañando al Mariscal dos Oficiales franceses y un Coronel italiano, que habia ido a recibirle a la frontera.

El Mariscal subió en un coche, en el que tomaron asiento también, el primer Secretario de la Embajada y el Coronel italiano, y fue a alojarse al Hotel Constanzi.

El Marqués de Noailles, Embajador de Francia, no fue a recibirlo a la estación del Camino de Hierro, porque aunque, según la etiqueta francesa, los Mariscales tienen el mismo rango que los Embajadores, en el extranjero, el Embajador pasa primero. Pero en cambio dio una comida aquella misma noche en honor del Mariscal a la que sólo asistió su séquito y el personal de la Embajada, a causa del luto nacional.

El Príncipe Federico Guillermo de Prusia, llegó también el 14, en un tren especial.

En la estación esperaban a S.A.I., el Príncipe de Carignano, los Ministros de la Corona, la Embajada y el Cónsul de Alemania todos de gran uniforme. El Príncipe y su comitiva, vestían también de uniforme, con crespón en las charreteras y en el cinturón.

Una compañía del regimiento de Infantería núm. 36, con bandera y música, hizo los honores, y la banda tocó el himno Imperial de Alemania al llegar el tren.

El Príncipe, que fue alojado en la Embajada de Alemania, hizo subir a su carruaje al Embajador, a un General alemán, y a un General italiano.

Pocos momentos después llegó también a Roma el Conde Roden, uno de los siete Lords in waiting (Nota 1) de Su Majestad Británica, que llevaba la misión de representar a la Reina de Inglaterra, en las honras fúnebres de Víctor Manuel.

La Reina de Portugal, acompañada de su hijo el Príncipe Carlos, llegó el 16 por la mañana.

El Rey Humberto, los Príncipes Amadeo y de Carignano, el Archiduque Raniero, el Príncipe heredero de Alemania, Lord Roden, y todos los Representantes extranjeros, excepto el Mariscal Canrobert, esperaban a S.M. en la estación, que estaba rodeada de tropas de Caballería y de Infantería; en el interior un batallón de Infantería daba la guardia de honor. Al llegar el tren, la banda de música tocó la marcha Real Portuguesa.

S.M., a instancias del Rey Humberto, fue a alojarse en el Quirinal.

El Cuerpo Diplomático extranjero residente en Roma fue a inscribirse en los alojamientos de los Príncipes extranjeros, que a su vez fijaron día y hora para recibirlo.

Nota 1. Gentilhombre de S.M. Británica.