Insigne Orden del Toisón de Oro.
La insigne Orden del Toisón de Oro fue creada en Brujas, el 10 de Enero de 1429.
Insigne Orden del Toisón de Oro.
La insigne Orden del Toisón de Oro fue creada en Brujas, el 10 de Enero de 1429, bajo la protección de la Santísima Virgen y de San Andrés, por Felipe el Bueno, Duque de Borgoña, que reservó para sí y para sus legítimos herederos la suprema Soberanía de la Orden, creando veinticuatro caballeros además del Soberano, no pudiendo pertenecer a ella más que los Caballeros de armas y nombre sin tacha. Esta Orden fué creada con ocasión de las bodas del dicho Duque con Isabel de Portugaly Lancaster.
En las Constituciones de la Orden, aprobada por el Pontífice Eugenio IVel año de 1433, que posteriormente se promulgaron, se fijaba en treinta y uno el número de Caballeros, incluso el Jefe y Soberano.
El artículo 67 de dichas Constituciones estipulaba la condición de que, si la línea masculina de la casa de Borgoña se extinguía, el esposo de la hija y heredera del último Soberano sería el Jefe de la Orden. Así que, muerto en 1477 Carlos el Temerario, la Soberanía de la Orden pasó a la casa de Habsburgo, por el casamiento de María, hija y heredera del Duque de Borgoña, con Maximiliano de Austria, después Emperador de Alemania. Carlos I de España reformó los estatutos de la Orden, haciéndolos aprobar por el Papa León X, y aumentó hasta cincuenta y uno el número de los Caballeros, incluso el Soberano.
Cuando Carlos Vabdicó (en 1555) las dos líneas de la casa de Habsburgo que reinaban en España y en Alemania, conservaron ambas la Soberanía de la Orden y ejercieron sus derechos. El Rey Don Felipe IVaumentó diez Caballeros más, solicitando (aunque no era necesario) la sanción pontificia, que no llegó a concedérsele; pero extinguidas las plazas provistas por este Rey, no se nombraron Caballeros de la Orden para estas vacantes hasta fines del reinado de Don Carlos II, que no sólo se proveyeron algunas plazas sin vacantes, sino que se envió al Emperador cierto número de Patentes del Toisón, en blanco, para que las llenase con los nombres de los personajes a quienes quisiera honrar con estas mercedes, resultando que en 1699 había setenta y cinco Caballeros y en 1700 había ochenta y siete.
En esta época la casa española se extinguió y la de Austria quiso reservar para sí la Soberanía absoluta de la Orden; pero el Rey Don Felipe V, no sólo rehusó el renunciar a ella, sino que expulsó de la Orden a treinta y siete Caballeros que habían seguido el bando del Archiduque; y después de un cambio de notas que duró varios años, se convino que los Reyes de España continuarían concediendo el Toisón; siguiendo desde entonces España y Austria ejerciendo sus derechos de Soberanos de la Orden, que continuó hasta el reinado de Don Fernando VIIsin tener más Caballeros, de los cincuenta y uno que quedaron desde 1700, que los Príncipes de la dinastía de España, de las Dos Sicilias y de Parma, que recibían el Collar, casi siempre, cuando eran bautizados o al salir de la infancia.
Pero al volver el Rey Don Fernando de su cautiverio en Francia, habiendo recompensado con el Toisón los favores que creyó le habían dispensado Príncipes y Ministros extranjeros, consultó al Canciller de la Orden para regularizar este exceso; siendo de opinión que, como eran protestantes los Caballeros extranjeros que había nombrado el Rey, y el Toisón se debía otorgar exclusivamente a los católicos, dichos Caballeros debían considerarse como supernumerarios, no afectando así el número de los efectivos, únicos con quienes debía contarse para los capítulos y las demás ceremonias, y que la Santa Sede podía dar autorización para ello. Esta autorización no llegó a pedirse, pero se hicieron otros nombramientos que estaban proyectados (aunque no se enviaron los Collares a muchos de los electos); de suerte que, al fallecer este Monarca, los Caballeros eran setenta y ocho.
La Reina Doña Isabel IIconcedió bastantes Collares, pero en 1864 su número era sólo de 58 Caballeros. Lo mismo durante la Revolución (1868), que en el breve reinado de Don Amadeo I(que hizo construir tres Collares más), se concedió el Toisón sin regla ni limitación alguna.
Por su parte Austria tampoco ha conservado número fijo, y hasta 1875 tenía 65 Collares otorgados, de los cuales 30 pertenecían a la Familia Imperial y a Soberanos reinantes extranjeros, y 35 a la nobleza del país.
La insignia consiste en un vellocino de oro suspendido de un collar del mismo metal con medallones de esmalte azul. También se lleva el vellocino de oro pendiente de una cinta roja, puesto como una Encomienda ordinaria.
De todos estos datos, recogidos en vista de los antecedentes oficiales, y de lo que sobre la Orden han escrito Barante y Dorregaray, resulta claramente el derecho incuestionable del Rey de España a ejercer la Soberanía de dicha Orden, y de aumentar, cuando así convenga, el número de Caballeros, que no ha sido inalterable ni tiene más limitación que la voluntad de S.M. el Rey, su Jefe y Soberano.