La Diplomacia. Arte y ciencia.
La diplomacia es la ciencia de las relaciones y de los intereses respectivos de los Estados,.
La Diplomacia Arte y Ciencia.
Como puede apreciarse por las definiciones iniciales, "la cosa diplomática" u oficio de conservar y clasificar los archivos y diplomas, requería de habilidades y destrezas, así como de técnicas especiales para su buen desempeño. Ahora bien, la acción diplomática en su concepción moderna requiere además de lo anterior, el conocimiento científico y sistemático del derecho y de otras muchas disciplinas; además de cualidades específicas para su aplicación, en provecho del Estado al que se representa.
Con el propósito de dilucidar si la diplomacia deber ser considerada como ciencia o arte, o ambas cosas, a continuación se citan opiniones de algunas especialistas; por ejemplo, Charles de Martens, autor de la obra "La Guía Diplomática", editada en el año 1866, nos ofrece la siguiente definición:
" La diplomacia es la ciencia de las relaciones y de los intereses respectivos de los Estados, o el arte de conciliar los intereses de los pueblos entre sí; y en un sentido más determinado, la ciencia y el arte de las negociaciones ". (Philippe Cahier, op. cit. Pág. 16).
Por otra parte, Alphonse Riviere, en su libro "Principios del Derecho de Gentes", editado en 1896, dice que el término objeto de estudio es:
" La ciencia y el arte de la representación de los Estados y de las negociaciones ".
Sobre el mismo asunto René Foignet expresó lo siguiente:
" La ciencia de la diplomacia es el conocimiento de reglas relativas a las relaciones entre los Estados y el arte de la diplomacia es la aplicación de estas mismas reglas ". (José Lion Depetre, op. cit. Pág. 22).
Para configurar aún más la idea de que se trata en el presente inciso, cabe dejar aquí plasmada la idea de Raoul Genet, en su "Tratado de Diplomacia y de Derecho Diplomático" del año 1931:
" La diplomacia es una ciencia de la que hay que aprender las reglas y un arte del que hay que descubrir los secretos ".
Por último, se puede traer a colación otra respuesta emitida por el eminente jurista polaco, Dr. Manfred Lachs, actual Juez de la Corte Internacional de Justicia de La Haya:
" La diplomacia tiene que ser el arte de conducir negociaciones en la aceptación completa de la palabra, negociaciones en todas las materias, las que acercan o las que dividen a los Estados existentes en el mundo contemporáneo. En concreto puede caracterizársele como el arte de conducir negociaciones en las relaciones internacionales ". (Manfred Lachs, op. cit. Pág. 596).
Tal como ha quedado ampliamente expuesto, la diplomacia es a la vez ciencia y arte, constituyen por lo tanto componentes inseparables en dicha profesión. Finalmente, viene al caso agregar lo expresado por Cahier, en el sentido de que:
" En toda acción diplomática está presente la negociación, pero no todas las negociaciones pueden considerarse como acciones diplomáticas ". (Philippe Cahier, op. cit. Pág. 9).
El campo de la diplomacia ha visto ensanchados sus horizontes y en la actualidad, puede asegurarse que abarca los tradicionales e inseparables contactos políticos, así como las negociaciones de carácter económico, cultural y técnico. En cierta época los diplomáticos considerados como "clásicos" opinaban que los asuntos económicos y comerciales eran indignos de su profesión.