¿Qué es un relator? Protocolo Universitario Iberoamericano: la figura del relator y sus funciones

Persona que en un Congreso o Asamblea hace relación de los asuntos tratados, así como de las deliberaciones y acuerdos correspondientes

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El relator. ¿Qué es un relator? ¿Cuáles son las funciones de un relator? foto base Rawpixel - Pixabay

¿Qué es un relator? ¿Cuáles son las funciones de un relator?

Comencemos esta pequeña reflexión, que trata de ser un punto de discusión y debate sobre la figura tan utilizada en los actos de ceremonial académico de América Latina y tan poco conocida en el protocolo español sobre la figura del RELATOR.

Pero preguntémonos: ¿Qué es Relator? El diccionario de la Real Academia Española dice lo siguiente: Relator-Relatora del latín relator-oris, masculino y femenino: "Persona que en un Congreso o Asamblea hace relación de los asuntos tratados, así como de las deliberaciones y acuerdos correspondientes". Queda claro por tanto, después de esta definición qué es y para qué sirve.

En todos los actos académicos a los que he asistido en las Universidades Latinoamericanas no ha faltado esta figura. (...) Es cierto, que cuando se ha utilizado esta figura en algunos actos de nuestra Universidad, en España, ha despertado ciertos recelos primero entre los participantes, y luego extrañeza por parte de los asistentes sobre todo, sino estaban muy preparados en ceremonial latinoamericano, con toda la solemnidad que esto tiene al otro lado del Atlántico.

Me gustaría plantear una serie de cuestiones en torno a esta figura del Relator y de las ventajas, que a mi entender, tiene el Relator en los actos académicos.

Funciones y ventajas de contar con la figura del Relator en los actos académicos

1. Hay un conocimiento previo por parte de la audiencia de lo que va a suceder en el acto. En cada momento los asistentes conocen previamente como discurrirán los acontecimientos. Esto es importante, porque los asistentes no necesariamente son entendidos en ceremonial y no saben cuál es el orden de precedencias y muchas veces, no conocen a los que participan en los actos.

2. Ocurre en los actos, en los que no existe esta figura, es el invitado de mayor rango el que hace las veces de presentador de cada uno de los participantes en el acto. Quedando al final el invitado principal sin presentar por nadie. Sólo cuando son personajes importantes de la vida política, social, cultural, etc. que no necesitan presentación y son de sobra conocidos puede obviarse hacer una presentación del que preside, cosa que no sucede con las autoridades académicas, que suelen ser bastantes discretas en sus apariciones públicas y que necesitan presentación. Este problema queda solventado honrosamente por la figura del RELATOR.

3. Otro de los problemas que soluciona el Relator es el del orden, cuando se trata de actos con gran participación de público, que en algunos casos puede llegar en los primeros minutos a que haya que solicitar que presten atención o que se guarde silencio. Esta engorrosa tarea en muchos casos, se le deja a esta persona y no a la autoridad académica participante.