Adosados, viviendas unifamiliares. Buenas maneras con los vecinos
Hay que mantener unas mínimas pautas de comportamiento cívico en nuestras relaciones diarias
Convivencia y civismo con los vecinos
Proliferan desde hace años, en la mayor parte de las ciudades de nuestra geografía, las urbanizaciones y los llamados chalets adosados, pareados, viviendas unifamiliares y cualquier otro tipo de construcción de similares características. La mayor parte de ellas cuentan con instalaciones comunes (piscina, cancha de tenis, parque infantil, etcétera) así como espacios privados, pequeños jardines, patios o amplias terrazas.
Con la llegada del buen tiempo se intensifican los usos de este tipo de zonas comunes con los consiguientes problemas que pueden acarrear si no somos personas muy bien educadas. Esas barbacoas hasta altas horas de la madrugada, voces, gritos, canciones, carcajadas, etcétera, esa música (o la televisión) a todo trapo durante el día en nuestro jardín o patio. En definitiva, todo un rosario de comportamientos poco cívicos y que pueden traer nefastas consecuencias para la convivencia con los vecinos.
Hay que mantener unas mínimas pautas de comportamiento cívico en nuestras relaciones diarias, pero con la llegada del buen tiempo hay que tener especial cuidado con las actividades al aire libre que pueden afectar a los demás vecinos.
Reglas de cortesía y comportamiento en espacios y zonas comunes
Sería bueno recordar algunos comportamientos que debemos tomar en cuenta para nuestra vida diaria:
1. Al otro lado del seto de su jardín, terraza o patio, hay otras personas que conviven con nosotros. Cuidado con el volumen de la radio, la televisión o cualquier otro aparato reproductor. De igual manera cuidado con cualquier otra actividad molesta (pasar el cortacésped muy temprano o muy tarde, martillear, taladrar, etcétera).
2. Reuniones y celebraciones. Cuidado con las reuniones de amigos que van de visita o a comer esa paella que nos sale tan buena. No es cuestión de montar un alboroto que pueda molestar o incomodar de manera importante a los vecinos. Hay gente a la que le gusta leer en silencio, descansar, echarse una siesta o cualquier otra actividad relajada. Hay que tener cuidado cuando estas "reuniones" se prolongan hasta altas horas de la madrugada.
3. Niños educados. Los niños, se comportan como niños que son. Los padres son los verdaderos responsables del comportamiento de los niños. Hay que tener una cierta vigilancia sobre lo que hacen y procurar que no molesten a otras personas. Los padres no se pueden comportar como niños.
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4. Zonas comunes. Hay que respetar las normas que haya establecido la comunidad para el uso y disfrute de las zonas comunes. Tenemos que saber que cada cual no puede hacer lo que quiera, sería un caos. Respetar los horarios, las normas de vestuario, el cuidado de las instalaciones, etcétera, es una labor de todos.
5. En comunidad hay una frase que podría servir como referencia: "no hagas a nadie lo que no te gustaría que te hicieran a ti". Si montamos una fiesta hasta altas horas de la madrugada en el jardín, ponemos la televisión o la radio a todo volumen, dejamos que los niños molesten, salpiquen, den balonazos, etcétera, deberíamos pensar qué tal nos sentaría que nos hicieran eso mismo a nosotros. Un poco de prudencia, no hace falta más.
6. Para llevarse bien con los vecinos la buena educación es fundamental y es un elemento básico para una apropiada y pacífica convivencia. De lo contrario, una comunidad sin respeto a las normas se puede convertir en un auténtico campo de batalla. Y a nadie le gusta vivir "en guerra" permanente, sino con paz y armonía.