El nuevo Código de la policía revive la urbanidad de Carreño.

El proyecto del nuevo Código de Policía, que actualmente se discute en el concejo, tiene muchos de los principios que pregonaba la urbanidad de Carreño.

EL TIEMPO

 

Imagen Genérica Protocolo y Etiqueta protocolo.org

Ceder el puesto, no utilizar el pito sino en casos especiales o no salpicar a los peatones eran normas de urbanidad. Ahora, son deberes cívicos para el nuevo Código de Policía.

El proyecto del nuevo Código de Policía, que actualmente se discute en el concejo, tiene muchos de los principios que pregonaba la urbanidad de Carreño. La diferencia está en que aquellos deberes como ceder el puesto y preservar la moral en sitios públicos no aparecen como parte de las buenas maneras por cumplir, sino como sanciones para quien no las cumpla.

Carreño reza: " Es de rigor ofrecer el puesto a las personas mayores, niños y necesitados".

La iniciativa del alcalde Mockus manda: "siempre ceder el puesto a niños y niñas, adultos mayores y mujeres gestantes y personas con discapacidad, así no haya sillas asignadas para el efecto".

Carreño señala: "Cuando hayamos de concurrir a una diversión pública, presentémonos un poco antes de la hora señalada para no perturbar a los demás". El Código advierte: "Si se trata de un espectáculo musical, nadie deberá entrar a la sala mientras la obra se encuentre en ejecución".

Sobre los vecinos, Carreño dice: "Entablar relaciones cordiales. Nunca expresar críticas, a menos de que sea absolutamente necesario". El Código manda: "Saludar, ser atento y observar las normas de urbanidad y cortesía".

Pero en otros temas el código va más allá. Por ejemplo, mientras se conduce un vehículo "no salpicar a los peatones al pasar por los charcos" y "usar el pito únicamente para evitar la accidentalidad".

Para los conductores de vehículos de servicio público se ordena "recoger y dejar pasajeros solo en los paraderos o en las zonas demarcadas".

David Luna, uno de los concejales ponentes del proyecto, dice que los deberes están sujetos a medidas correctivas, sanciones morales o sociales.

Carreño, el Diplomático.

Este proyecto tiene su semilla en la carta de civilidad que empezó a trabajar Mockus en su primera administración, y que desde entonces ha tratado de hacer curso en el concejo, como el nuevo manual de convivencia para una ciudad que ha cambiado desde 1989, cuando entró en vigencia el código que rige actualmente.

El primer Código de Policía de "La Municipalidad de Bogotá", hablaba de reglas para transeúntes, visitantes y disposiciones que los amos debían tener en cuenta para sirvientes y aprendices.

Sin embargo, en 1935 Editorial Voluntad publicaría ese texto que para muchos fue el primer gran Código de Policía, y que sirvió, al decir de muchos, 'enderezar' generaciones enteras en el siglo pasado: el Manual de Buenas Maneras de Manuel Antonio Carreño, ese venezolano alumno de Andrés Bello, con inclinaciones diplomáticas y dedicado a tomar apuntes de la vida diaria para plasmarlos como normas.

Aunque los tiempos han cambiado: nadie visita a la novia a tres metros de distancia porque dejaría de tener novia.

Aunque varias generaciones crecieron sin normas porque sus padres fueron los rebeldes de los años sesenta, devotos de una utopía que buscaba un mundo mejor y que nunca llegó, y aunque se cae en la tentación de saltar la norma -el mismo alcalde Mockus, en el 2000 quiso obviar una fila para abordar un avión a Panamá-. Aunque las reglas no son de mucho agrado, parece existir una tendencia a recordar las más mínimas normas de convivencia.

"El espíritu del nuevo Código -dice Luna-, es el de generar convivencia a partir de la autorregulación. El texto es tan completo que plantea lo que cada individuo debe hacer y no sobra reiterar aspectos de sentido común".

El sociólogo Claudio Alameda afirma que si la ciudadanía no se identifica con las reglas, la tendencia es saltarlas. "Mucha gente piensa que si la ciudad no le da nada no tiene por qué cumplirle -dice Alameda-. No hay correspondencia entre una situación socioeconómica y una normatividad para una sociedad civilizada. Después de cinco años de aplicación de esta norma no creo que tengamos una ciudad más culta y organizada. No tiene sentido un código de policía en medio de una pobreza creciente".

Letras muertas del código actual:

Artículo 60.- Toda persona está obligada a dar aviso inmediato a la policía, cuando se le ofrezca en venta cosa que por su precio o por cualquier otra circunstancia, puede inferir que es producto de un delito.

Artículo 83.- Quien altere, deteriore o destruya aparatos, armarios telefónicos, hidrantes, contadores de luz, agua, buzones de correo o estacionómetros, incurrirá en retención transitoria de 24 horas.

Artículo 109.- Al dueño o ejecutor de obra que ocupe vía pública con materiales, escombros o residuos de ésta, se le impondrá trabajo en obras de interés público y se le ordenará retirarlos, so pena de suspendérsele la obra.

Artículo 117.- A quien por causa de instalación o reparación de servicios, deje rotura o excavación de acera o calzada, se le impondrá construcción o adecuación de obra, según el caso.

Artículo 127.- Quien coloque en vía pública piedras, barreras, vehículos, objetos cortantes o punzantes u otros que impidan el tránsito normal de personas o vehículos, incurrirá en retención transitoria hasta por 24 horas, cuando el hecho no constituya delito.