Etiqueta en Dinamarca. Generalidades sobre usos sociales y costumbres en Dinamarca

Su bondadosa ironía se manifiesta en cualquier acto sin apenas darnos cuenta. Tienen una forma de ver la vida muy 'particular', lo que puede que les haya llevado a ser considera su país como 'el país más feliz del mundo'

 

Etiqueta en Dinamarca. Etiqueta en Dinamarca. Generalidades foto base sharonang - Pixabay

Reglas de etiqueta en Dinamarca: buenos modales y usos sociales en Dinamarca

Generalidades y buenos modales en Dinamarca

Los daneses son personas bastante afables, de buen carácter y amigos de la conversación. Los daneses son alegres y con un gran sentido del humor -un humor muy sutil-. Las bromas y el chiste inteligente son bastante corrientes en su entorno y en las conversaciones. Su bondadosa ironía se manifiesta en cualquier acto, sin apenas darnos cuenta. Podemos resumir en una frase su talante en el humor:

"Cuando nosotros bromeamos, lo hacemos seriamente".

Los daneses son también muy familiares. Les encanta estar en familia y realizar actividades con la familia. Podemos decir, que la familia es el centro nuclear de la estructura social de Dinamarca.

La mayoría de los daneses son personas con una gran cultura. Gran parte de su población habla al menos otro idioma, además del danés -generalmente inglés-. Su comportamiento en público es ejemplar -como en todas las sociedades, habrá sus excepciones-. Las relaciones con organismos públicos son sencillas, rápidas y muy efectivas -algo impensable para otros países donde el funcionariado es bastante ineficaz-.

La dureza de su clima en invierno hace que las calles se "vacíen" muy temprano y no es fácil ver gente por la calle, después del mediodía -sobre las cinco de la tarde-. Este puede ser uno de los factores por los que los daneses son tan amigos de las actividades familiares.

Civismo y respeto por encima de todo

El civismo y la buena educación son una de las mayores virtudes de este país y de sus ciudadanos -así como el de los otros países escandinavos-. Si a las diez de la noche vuelve a su hotel y no hay nadie por la calle, pero se dispone a cruzar, no se le ocurra hacerlo con el semáforo en rojo, aunque no se vea un coche en kilómetros a la redonda. Puede costarle una multa, e incluso si alguien le ve le recriminará esta acción. Aunque a muchas personas les cueste reconocer situaciones como esta, siempre debemos respetar su orden y disciplina diaria.

Que sean tolerantes y respetuosos no quieren decir que no esperen un buen comportamiento por parte de las personas que visitan su país. Si nos saltamos las normas, será bastante probable que nos encontremos con una recriminación o una amonestación por parte de una autoridad o de cualquier ciudadano.

Saludos y presentaciones en Dinamarca

Las presentaciones se hacen al estilo occidental, siguiendo las normas de cualquier otro país en cuanto a la edad, sexo o jerarquía. Se presentan por su nombre y se debe saludar primero a las mujeres.

El saludo debe consistir en un apretón de manos, breve e intenso. No son muy 'amigos' del contacto físico como abrazos, besos, etcétera. No obstante, todo depende del grado de confianza que tengan con las personas que van a saludar. Si debemos tener en cuenta que es aconsejable guardar una cierta distancia y no acercarnos demasiado.

La etiqueta en las invitaciones y en la mesa en Dinamarca

La puntualidad es muy importante, porque se considera una muestra de educación y de respeto.  Si nos invitan a una casa, un simple detalle: cuidado con los calcetines que nos ponemos. Será necesario descalzarnos antes de pasar al interior de la casa -cuidado con esos calcetines con algún roto ('tomate') o cualquier otro defecto-.

Los daneses dicen: "cuando nosotros bromeamos, lo hacemos seriamente"

Un regalo de cortesía para los anfitriones, siempre será bien aceptado. Si es algo típico de nuestro país de origen, seguro que lo aprecian mucho más.

A la hora de irse a la mesa, debemos esperar a que nos indiquen dónde nos tenemos que sentar. Sentarse sin esperar a las indicaciones de los anfitriones es de mala educación.

Dinamarca es un país de una gran riqueza agrícola, lo que se refleja en su cocina y en muchos de los platos de su gastronomía. Son verdaderos 'amantes' de la buena comida, de las bebidas fuertes y de la vida tranquila. Comen con mucha asiduidad los "smor-brod", que son unos canapés de lo más variado: salmón, arenque, jamón...

Su ceremonial social es poco severo y sin exageraciones. Son muy educados pero poco ceremoniosos. No se asombran cuando ven al Rey paseando por la ciudad. Son menos reservados y fríos que sus vecinos -suecos y noruegos-.

Para finalizar, podemos decir que además de los afamados arenques ahumados, es muy reconocida la porcelana, de la manufactura real de Copenhague, en otras cosas.