Dime de qué color llevas la corbata ...

Los directivos marcan la tendencia corporativa. Los directivos asocian el color de su corbata al de su identidad corporativa.

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Dime de qué color llevas la corbata y te diré donde trabajas.

Además de una tarjeta con el logo de la empresa en el bolsillo, llevan las credenciales a la vista, a la altura del pecho. La corbata se ha convertido en mucho más que una cuestión de etiqueta para los directivos de las grandes sociedades españolas. Es también lo que les distingue de los otros "peces gordos", la nota de color entre la marea de trajes grises y azules. La marca de la casa. ¿O es que alguien cree que la corbata y los tirantes rojos de Botín son casuales?

Tal vez los tirantes son un capricho, un capricho que transmite tanto sofisticación como seguridad, pero lo de la corbata bermellón forma parte de los manuales de identidad del Banco Santander. Y aunque no esté escrita ni tenga rango de norma, es una cuestión, esta de la corbata corporativa, que los grandes hombres de negocios han asumido sin rechistar de cinco años a esta parte. Les fascina. Tanto como fascinó al rey de Francia Luis XIVaquel pañuelo que los mercenarios croatas llevaban anudado al cuello y que los franceses extendieron por todo el mundo como símbolo de elegancia y de respeto.

Para ellos, porque ellas no se atienen normalmente a estas convenciones. La alternativa para las mujeres es el pañuelo al cuello, pero cuesta encontrar un ejemplo así al margen de los fulares rojos y amarillos de la Reina. Porque en el mundo de la empresa no se estila. La presidenta de Microsoft España, María Garaña, tenía un amplio abanico de colores para elegir: verde, azul, amarillo y naranja. Pero no debió gustarle ninguno. "Tiene camisas y polares con el logo impreso, pero son para actos internos. En eventos públicos no lleva nada distintivo", confirman en Microsoft.

Entre los hombres, sobran ejemplos. Uno, el de Ignacio Sánchez Galán, que cuando tiene un acto oficial de Iberdrola solo debe pensar en el traje -a medida, con el último botón de la manga suelto para que se note que no es de confección-, porque con la corbata va a tiro hecho: verde luminoso. Que se distinga bien de ese otro un poco más apagado de Rodrigo Rato, que también luce la corbata de "Bankia", y de la azul y verde de César Alierta, presidente de Telefónica.

"Lo más elegante son las corbatas lisas"

Aquí empiezan las complicaciones, en los estampados. "Lo más elegante son las corbatas lisas. Y si incluyen el anagrama de la empresa, que sea discreto, debajo del nudo ", recomienda José Luis Delgado García, director de los cursos de Protocolo, Comunicación e Imagen Corporativa de la Universidad de Salamanca. Hace veinte años le regalaron una corbata de Telefónica que no se ha puesto jamás. "Estaba llena de telefonitos. Se pasaron con el corporativismo", censura.

Otros directivos no tienen más remedio que apostar por colores subiditos de tono, todo sea por la empresa. Como el consejero delegado de Orange España, Jean Marc Vignolles, que se hace notar con el naranja. "Es un color dificilísimo porque sólo te permite usar camisas azules y blancas, aunque ahora está de moda".

Las que jamás se van a pasar de moda son las corbatas "azules -que se lo digan a Florentino Pérez (presidente de ACS y del Real Madrid), que es monocromático-, las rojas, las verdes y las negras ". Dicen los expertos en moda que no hay nada más elegante que una camisa blanca con una corbata negra -de hecho, para los eventos nocturnos los preceptos del buen gusto recomiendan el uso de una corbata oscura-, pero cuesta encontrar entre la clase empresarial un ejemplo así: Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés. "Tenía tres colores corporativos para elegir, el verde, el blanco y el negro, y ha escogido el oscuro porque es un hombre grueso y el negro le estiliza. Ocurre igual con doña Letizia, siempre sale ladeada en las fotos para no parecer tan delgada y evitar comentarios".

Entre 30 y 125 euros.

La corbata va a durar lo que dure la persona en el cargo, así que bien vale reflexionar un poco sobre el diseño: "Es como un reloj, si es bueno, mejor que se vea". Pero sin llamar la atención a cien metros o emular a Carrascal. " Los colores lisos son los menos arriesgados, pero a veces hay que meter dos tonos. El Villarreal, por ejemplo, es azul y amarillo. En estos casos es mejor jugar con rayas diagonales y que pese más el color menos chillón", explican los fabricantes de corbatas Business Ties. Cuentan que los diseños más complicados son "los que tienen muchos colores; los que llevan un tono muy claro, porque hay que estamparlas mucho; los que lucen escudos y los que llevan letras, porque siempre hay que colocarlas en horizontal".

"Una corbata como las que llevan los directivos cuesta entre 30 y 125 euros"

Pero esto y cualquier cosa que pida el cliente hacen en Rodríguez y Ponte. Cuenta la gerente de la firma, María Dolores de Pablo, que llevan desde el año 42 haciendo el nudo de la corbata a la gente importante de la empresa española. Uno de sus diseños más antiguos es el del buque escuela Juan Sebastián Elcano, que usa uno de los personajes de la popular serie de TVE " Amar en tiempos revueltos ".

No suelen recibir pedidos de empresa de menos de 100 unidades porque no solo el primer espada lleva corbata corporativa, también el resto de directivos e incluso los trabajadores. Claro que para jerarquizar se hacen distintas. "Los trabajadores del metro de Madrid llevan una corbata diferente a la de los directivos". Y las de estos también se usan como regalo de empresa, con el anagrama visible.

En Rodríguez y Ponte un pedido de ese calibre (100-150 corbatas) sale a 9 euros la unidad si es de poliéster y por no menos de 13 si es de seda. También tienen encargos exclusivos de 200 y 300 euros. Esto es el precio de fábrica; en tienda, más. "Una corbata como las que llevan los directivos cuesta entre 30 y 125 euros", matiza Delgado. Aunque salga de su bolsillo, pueden comprar unas cuantas, que directivos como Botín, Alierta, Galán o Francisco González se mueven en sueldos de entre 4 y 5 millones de euros anuales. Botín es el décimo español en la lista de " Forbes " con una fortuna estimada por encima de los 1.000 millones de euros.

Mejor con gemelos.

Así que para corbatas les da. Incluso para una Hermés -hasta 180 euros-. "Lo ideal es tener una para cada día, así te puede durar cuatro años". Más si es buena, como son estas que lucen los altos cargos de las fotos. "Son de seda y doble capa para que la caída sea perfecta". Antes se estilaban más grandes, de 9,5 centímetros en la parte más ancha, pero ahora la moda prohíbe una "pala" de más de 8 centímetros. Un pasacorbatas de oro y, sobre todo, unos gemelos corporativos, completan el modelo del empresario ejemplar.

Lo más cerca a este ideal es Botín. "Es el auténtico hombre de empresa, que sabe usar perfectamente los colores corporativos", le aplaude José Luis Delgado. Don Emilio piensa en rojo y "cuando el Banco Santander firmó el acuerdo de colaboración con Ferrari para patrocinar a Fernando Alonso se puso hasta la chaqueta roja". Y ha creado escuela, porque entre sus empleados se ven cada vez más corbatas y fulares rojos.

Pero con los tirantes solo se atreve el "jefe": "Los pantalones quedan mejor con tirantes que con cinturón, que es incómodo y marca la barriga. Pero son arriesgados y solo los llevan unos pocos: Larry King, Wyoming ...". Y Botín, que es un genio en la comunicación visual. No solo demuestra seguridad al vestir, también al caminar (cuando fue a declarar a la Audiencia Nacional por el caso de las cesiones de crédito llegó solo, paseando y sonriendo) e incluso al sentarse. Que el otro día tenía delante a Zapatero y parecían maestro y alumno.