Reglas de etiqueta y buenos modales en el comedor o cocina de la empresa o la oficina
Además de las máquinas expendedoras de café y otros alimentos, en muchas oficinas hay una pequeña cocina o comedor donde poder prepararse algo
Cómo comportarse en el comedor o cocina de la oficina
Los comedores de empresa los asociamos a grandes compañías. Pero además de los comedores de empresa, hay oficinas que cuentan con una pequeña cocina. En esta cocina -o mini comedor de empresa- podemos desde calentarnos un plato de comida hasta hacernos un café o una infusión.
La cocina de la oficina no es la cocina de tu casa
Los espacios compartidos requieren respetar unas reglas básicas de uso para que no haya 'problemas' de convivencia. Veamos algunas de las más importantes.
1. Es una oficina, no un hotel.
Las cosas no se recogen solas. Si manchamos o ensuciamos algo, lo limpiamos. Aunque haya personal de limpieza, dejar un plato con restos de comida, un trozo de bocadillo en la encimera, etcétera, no es tener buena educación. Es como tirar los papeles al suelo en vez de a la papelera porque hay personal de limpieza. NO.
2. El que rompe, paga.
Si rompemos alguna taza, plato, bol o lo que sea, lo tenemos que pagar. No hay que disimular y mirar para otro lado para ver si otro carga con el 'muerto'. No cuesta nada ser sincero y admitir la autoría del 'accidente'.
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3. Respetar la 'propiedad privada'.
Hay casos en los que los empleados tienen sus propios productos: un café o un cacao especial, un edulcorante, unos cereales integrales, etcétera. Es una cuestión de educación, respetar esta 'propiedad privada'. Si queremos algo, lo pedimos, no lo 'robamos'.
4. Si no lo haces en casa, ¿por qué lo haces en la oficina?
Este comportamiento es muy curioso. Hay personas que son muy ordenadas y limpias en su casa y luego en la oficina son todo lo contrario. Increíble. Ahora bien, tampoco porque en nuestra casa seamos desordenados se puede justificar que lo seamos en la oficina. Allá cada uno en su casa, pero la oficina es un espacio común de convivencia.
Una curiosa anécdota a este respecto: un matrimonio que trabajan juntos en la misma oficina estaban tomando un café en la cocina de la oficina. Al terminar el hombre deja su taza en el fregadero. La mujer le mira y le dice: cuando ves que nuestros hijos hacen eso les llamas la atención. Aplícate el cuento y deja tu taza en el lavavajillas.
5. Turnos, a escote, a pachas, a medias o hacer vaca.
Es relativamente frecuente encontrar oficinas donde los empleados pagan a medias -a escote, a pachas o hacen vaca- todos los productos que utilizan en la cocina: café, azúcar, cereales, zumos, etcétera. En otras oficinas, se establecen turnos. Cada día de la semana una persona es la encargada de llevar la bollería, galletas, donas, etcétera, para el desayuno de los compañeros. Cualquier opción es buena, siempre que sea consensuada.
6. Los malos hábitos se dejan en la puerta.
En nuestra casa nos comportamos como queramos. Pero en la oficina hay que respetar unas reglas básicas de comportamiento y buenos modales.
7. La cocina no es el baño.
La cocina de la oficina no debe ser el sitio donde peinarse, maquillarse e incluso lavarse los dientes. NO. En el sitio donde hay alimentos no se deben hacer este tipo de cosas.
8. Saltarse las reglas genera conflictos.
El mal comportamiento con los compañeros de trabajo genera conflictos. Cuando no se respetan las normas de uso de las instalaciones comunes, los conflictos, tarde o temprano, surgen. Las reglas están para cumplirlas. Si no estamos de acuerdo, tratamos de cambiarlas, pero no nos las saltamos. O bien, nos vamos a la cafetería de al lado o nos llevamos algo de casa y lo tomamos en el parque.
Resumiendo, las reglas de convivencia simplemente tratan de facilitar las relaciones entre las personas. Facilitan el trabajo y mejoran el ambiente laboral. Por esta razón, hay que tratar de respetarlas y seguirlas para evitar conflictos y desavenencias.