Protocolo empresarial. Las relaciones con los subordinados. Comportamiento en la empresa. Relacionarse con jefes y compañeros de trabajo

Una persona que tiene autoridad sobre otras en una empresa o en una entidad o institución es el jefe o superior de esas personas

 

Relaciones con empleados. Grupo de empleados escuchan a su jefa protocolo.org - foto base FP Pro

Reglas de cortesía y comportamiento con los empleados y los subordinados

Mantener unas relaciones cordiales con los empleados y cargos subordinados

Una persona que dirige el trabajo o las actividades de otras personas tiene que saber mandar de una forma respetuosa, efectiva y cordial. Mantener una buena relación con los empleados o subordinados beneficia a la empresa o institución y ayuda a tener un buen ambiente laboral.

Actualmente, las relaciones con los empleados y los subordinados no se basan en relaciones de sumisión o sometimiento, como hace años. Las relaciones laborales con los empleados y los subordinados se establecen en un plano de mayor igualdad. Lo que no quiere decir, que no haya que respetar la jerarquía de la empresa, ni que haya que relajarse en ciertas normas de comportamiento y de cortesía. Un tratamiento más igualitario no quiere decir mala educación o excesiva familiaridad.

Mejoras en el trato a los empleados

Seguramente que siempre quedan cosas por hacer, pero las relaciones con los empleados y los subordinados han mejorado cualitativamente en los últimos años. Se han logrado erradicar determinadas posiciones tiránicas y de fuerza que se ejercían sobre muchos empleados por determinadas empresas. Poco a poco se van estableciendo 'lazos' más abiertos y comunicativos entre los distintos estratos de una empresa. Aunque, seguramente, quedan muchas cosas por cambiar y mejorar.

Tenemos que aprender a diferenciar un trato respetuoso con un trato impersonal. Hay que mantener las distancias pero conservando un trato humano y educado.

Los empleados y subordinados también tienen sus responsabilidades

Trabajar, supone un ejercicio de responsabilidad. Cualquier trabajo que desempeñemos debemos hacerlo con la mayor eficacia posible. Siempre que nos "encarguen" un trabajo hay que hacerlo lo mejor posible, y no pasarlo a otros subordinados, ni aprovecharnos de relaciones de amistad o familiaridad para que otro "nos haga el trabajo" que era de nuestra responsabilidad. Si trabajamos de forma irresponsable, es probable que cometamos errores que tarde o temprano tengamos que asumir.

Ser responsables en nuestro trabajo no quiere decir, tampoco, tener que aceptar todo tipo de trabajos o tareas, para los que no fuimos contratados o para los que no estamos cualificados. Tenemos que procurar, hacernos valer y no realizar trabajos que se salen, incluso, del ámbito laboral. Como, por ejemplo, encargos personales -recoger los niños del jefe del colegio, recoger una compra en un establecimiento, hacer de chófer para algún familiar, etcétera-. Se puede hacer de forma ocasional como un favor personal, pero es mejor no "acostumbrar" mal a nuestros jefes.

"Hay que saber diferenciar entre un trato respetuoso y un trato impersonal"

Oportunidad de aprender y 'crecer' profesionalmente y personalmente

En muchos de los trabajos que desarrollemos a lo largo de nuestra vida, casi siempre podemos aprender cosas nuevas. Pero nosotros, también podemos enseñar algunas cosas. Este intercambio de conocimientos beneficia a la empresa y a los empleados, por eso es tan importante mantener una buena comunicación.

Cuando alguien asciende o cambia de trabajo, debe procurar aplicar lo "bueno" que aprendió de sus anteriores jefes y compañeros, y debe evitar caer en los mismos "errores" que tanto le molestaban. En muchas ocasiones, hay gente que ha sido empleado y posteriormente cuando tiene una empresa o negocio es un jefe o superior "pésimo". Dice un conocido refrán popular: "no sirvas a quien sirvió, ni pidas a quien pidió", haciendo referencia al hecho que hemos comentado.

Revanchas y 'venganzas'. Seamos justos y olvidemos las cuestiones personales dentro del trabajo. Es muy difícil, pero hay que ser profesional dentro de la empresa. No podemos, ni debemos, llevar temas personales al ámbito laboral.

Reglas de etiqueta para los empleados y subordinados

Si queremos agradar en nuestro entorno y estar cómodos, debemos observar una reglas mínimas de convivencia diaria, entre las que podemos destacar:

- Cuidar la higiene personal y la apariencia -vestuario-.

- Puntualidad. Hay que ser puntuales en el trabajo por nosotros mismos -seriedad y profesionalidad- y porque nuestra impuntualidad puede afectar al trabajo de otros compañeros.

- Amabilidad y buenos modales. Hay que ser amables con todo el personal -sean jefes, subordinados, compañeros...- por mal que nos puedan caer, un saludo no se debe negar a nadie. Amén de crear un mejor clima laboral si somos educados y amables con todo el mundo.

Hacerse apreciar. Hay que valorarse y hacerse apreciar por la capacidad de trabajo y no por otros méritos poco profesionales -siendo el chivato del jefe, el pelota oficial, etcétera-.

- Si alguien no está de acuerdo con el jefe o con los compañeros, deberá discutir de forma razonable, sin que nadie trate de imponer nada por la fuerza. Hay que saber hablar y razonar.